Asturias, un viaje contado en primera persona

Asturias huele a la sal del Mar Cantábrico, sabe a sidra, es tierra de playas, acantilados y fiestas. Además en sus villas se esconden señoras que arreglan unas comidas contundentes que contentan a cualquiera. Así que mejor dejar la dieta hasta volver del viaje.

Os voy a hablar un poco hoy de mi experiencia de mi último viaje a Asturias. Uno de los lugares donde pase unos momentos estupendos con la familia fue Llanes. Con sus más de 30 playas, siempre encontrábamos un rinconcito para relajarnos en familia, como Gulpiyuri (con su acantilado y una cueva que comunica al mar), o Toró y Sablón.
Nuestro viaje fue en Julio que coincidía con la fiesta de Santa María Magdalena en la que había muchos cuentacuentos, cohetes, disfraces y artesanos, para los niños fue muy divertido.

Otro de los planes de los que más disfrutaron los más pequeños fue el Museo del Jurásico, entre Columga y Lastres. La fachada es la huella de un dinosaurio y el recinto de alrededor hay una zona de juegos infantiles con réplicas de dinosaurios donde los más peques pueden disfrutar mientras los adultos se relajan en el Café del Muja.

Seguimos nuestro viaje por Cadavedo, nos bañamos en las playas de Tapia y finalizamos nuestro tour por Asturias en Castropol un pueblo con costa, montaña y ría donde pueden practicarse deportes acuáticos o simplemente sentarse a contemplar el trasiego de la ría disfrutando de un chorizo bañado en sidra.

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