“Tengo un sueño.” ¿Murió en balde Martin Luther King?

La terrible actualidad nos sorprende cada día con algún nuevo hecho o situación que nos hace preguntarnos: ¿Realmente somos seres humanos? ¿Por qué seguimos matándonos unos a otros por terribles ideologías? Estados Unidos está siendo asolado cada poco tiempo por una nueva oleada de manifestaciones en las que la violencia es el principal factor.

@ellorquino| Es una verdadera pena, un fracaso como seres inteligentes, que un policía llegue a disparar sobre un hombre de raza negra, sólo por el hecho de ser sospechoso. Sí, puede ser que vaya armado, y que dispare contra el agente que le intenta detener, pero ¿un disparo mortal? Un policía está entrenado para saber apuntar en situaciones límites a puntos no mortales. Un agente debe saber afrontar esas situaciones. Y cuando el otro no va ni armado, sobran las palabras.

Pero, por otra parte, ¿es necesario salir a las calles a armar la gorda? Quemar vehículos, establecimientos, mobiliario urbano… ¿Hemos vuelto a la época vikinga? Y ya puestos, violemos a las mujeres, degollemos el ganado, quememos las casas y echemos sal en sus tierras para que no vuelva a crecer nada.

Tal día como hoy, 28 de agosto de hace 52 años (1963), el pastor bautista Martin Luther King, lideró la Marcha sobre Washington por el Trabajo y la Libertad, en donde pronunció aquel famoso discurso que le haría famoso en el mundo entero: “I have a dream” (Tengo un sueño).

[symple_testimonial by=»Fragmento del discurso de Martin Luther King » fade_in=»false»]…Hace cien años, un gran americano, cuya sombra simbólica nos cobija, firmó la Proclama de Emancipación… Pero cien años después debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro aún no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación… Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. ¡Yo tengo un sueño hoy! [/symple_testimonial]

Un año después de este discurso, King recibió el Nobel de la Paz por su lucha no violenta contra los prejuicios raciales. Después lideró marchas contra la guerra de Vietnam, aunque en 1968, sería asesinado en el balcón del hotel donde se alojaba cuando se disponía a salir a cenar con unos amigos.

Pero 52 años después los prejuicios siguen existiendo, pero no sólo por parte de los blancos, sino que los mismos americanos negros se autodiscriminan a veces. Eso no es igualdad. Eso no es lo que Luther King quería. Él no dijo a nadie que saliera a las calles a romper, quemar y atacar. Eso no es un sueño, es una pesadilla.

Si algún día llega ese momento en que un policía vea a un ciudadano de raza negra y no sospeche de él, si algún día se dejan de usar los términos despectivos como negrata o blanquito, si algún día dejamos de mirarnos de reojo y nos sonreímos con sinceridad y si algún día todos ponemos de nuestra parte y convivimos como buenos vecinos; ese día se habrá cumplido el sueño que tuvo hace justo 52 años un hombre que murió por defender lo que era justo.

Redacción: Fernando Cabrera. Periódico EL LORQUINO.