Historia y patrimonio
Recuperan los planos de la ciudad de Murcia en el siglo XIX
El Ayuntamiento de Murcia ha recuperado los planos de la ciudad del siglo XIX, unos documentos de un alto valor histórico y documental, que presentará mañana el alcalde José Ballesta, en el edificio Abenarabi, a las 10.30 horas, coincidiendo con la inauguración de la Semana de la Huerta de Murcia, que se celebrará del 22 al 28 de febrero.
“Se trata de un gran plano de la ciudad de Murcia elaborado en junio de 1896 y que fue diseñado por Pedro García Faria, uno de los ingenieros de caminos y arquitectos españoles más prestigiosos de la época, que plasmó la totalidad de los planos de distribución de edificios públicos históricos como el Teatro Romea, la Plaza de Toros, el Ayuntamiento o la Catedral, que pueden apreciarse con un fantástico grado de definición”, explicó el alcalde.
En concreto, el Plano General de Murcia de 16 de junio de 1896, realizado a escala 1/2.500 con tinta y acuarela, está dividido en dos paneles de 4×2 metros, que plasman el perfil Norte y Sur de la ciudad de Murcia, tal y como era a finales del siglo XIX. El plano de la zona Sur recoge el perfil urbano de la ciudad, río abajo: barrio del Carmen, Floridablanca y Calle Cartagena. El plano Norte incluye desde el Segura hacia arriba: La Glorieta y el casco histórico.
Hay que tener en cuenta que, en aquella época, Murcia era una ciudad cuyo perímetro quedaba limitado en el norte por el Palacio de San Esteban y el Teatro Romea, en el sur por la iglesia del Carmen, hacia el oeste por el barrio de San Andrés y al este, por la Plaza de Toros.
La obra, que ha sido recuperada de los almacenes municipales, donde ha permanecido durante los últimos años, se exhibe a partir de hoy en el vestíbulo del edificio Abenarabi, sede la Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, dándole un carácter cultural a este edificio administrativo.
Forma parte del Plan Urbanístico del alcalde Juan de la Cierva y Peñafiel
La obra del barcelonés García Faria, que contó con el visto bueno del arquitecto municipal Pedro Cerdán, fue un encargo del alcalde Juan de la Cierva y Peñafiel, que encomendó al prestigioso arquitecto la elaboración de un Plan Urbanístico para poner freno al crecimiento desordenado y los problemas de saneamiento que sufría la ciudad de Murcia desde hacía siglos.
De esta forma, el Plano General de Murcia de 1896 forma parte de los trabajos promovidos por García Faria, dentro de este plan urbanístico, cuyos honorarios quedaron fijados en 47.500 pesetas, un diseño que sirvió de referencia durante más de medio siglo para los proyectos de crecimiento de la ciudad de Murcia.