Región de Murcia
La huerta murciana, patrimonio de nuestra tierra
La región es muy rica tanto en su cultura como en sus tradiciones, gastronomía y riqueza natural, pero de entre todas sus virtudes la que ciertamente ha trascendido más fuera de sus límites es la fertilidad de su tierra y excelente calidad de los productos que esta ofrece. Esto es tan solo un motivo de tantos para amar y cuidar esta tierra como merece.
Son muchos los productos demandados que producen los grandes y ricos terrenos de cultivo localizados en Murcia. Destacan el “pimiento de bola” de Totana, con su olor y sabor característicos, los apreciados tomates de Mazarrón, los limones de toda la región, en especial los de Santomera, el melón de Torre Pacheco, los deliciosos y variados melocotones de Cieza, y una gran oferta de vinos exquisitos. Entre otros muchos productos de los que los agricultores murcianos hacen bien en enorgullecerse.
Por supuesto, tales niveles de calidad no se obtienen sin hacer nada. Es importante proteger los cultivos adecuadamente de las plagas y las inclemencias del tiempo, a los que en los últimos tiempos se han sumado determinados pesticidas y otros productos químicos que pretenden ser solución a los problemas, cuando no hacen más que aumentarlos. Murcia sufre unas cotas de contaminación que amenazan con erradicar una fértil belleza que ha existido durante siglos, pero no va a quedarse de brazos cruzados. Se han puesto en marcha grandes proyectos encaminados a proteger la agricultura y el medio ambiente, conservando la calidad de los cultivos.
Los cultivos sostenibles de Murcia son prueba viviente de que es posible rentabilizar los frutos de la tierra sin perjudicarla ni recurrir a productos destructivos que solo atajan los problemas a corto plazo, generando otros tanto o más graves a largo plazo. Además, evitar estos presuntos “avances” no es incompatible con el aprovechamiento de los mejores medios y productos que sí ayudan a proteger los cultivos sin sacrificar la calidad que los caracteriza, existiendo tiendas especializadas y de confianza como mallasyplasticos.com donde podemos obtener todo lo que necesitemos.
Entre los variados recursos de que disponemos para lograr estos fines están los túneles, dispositivos temporales que permite guarecer los cultivos del clima adverso, maximizando la producción al hacer posible cultivar a pesar del frío y las heladas menores que se dan en determinadas épocas. Los materiales empleados son diversos, el coste es bajo y su montaje resulta sencillo y rápido, suponiendo una gran ventaja al tener en cuenta todos los beneficios que aporta.
Los cultivos también pueden protegerse con dispositivos todavía más pequeños, como tapas y bolsas, destinadas a cubrir plantas específicas. Las redes antipájaros son otro medio muy útil para resguardar nuestra cosecha.
Las mantas térmicas permiten cubrir grandes extensiones de cultivos que sean muy sensibles a las temperaturas, ya que crean un clima estable al tiempo que permiten el paso del aire y el agua. Es importante colocarlas en dirección al viento y asegurarse de que no impidan el crecimiento de las plantas. Como es obvio, además de protegerlas frente a los cambios bruscos de temperatura, hacen lo propio respecto a muchos insectos.
Como estructuras más grandes y protegidas tendríamos los invernaderos, uno de los medios más conocidos y utilizados debido a su efectividad. La forma y materiales pueden variar mucho; lo que no cambia es su utilidad, protegiendo los cultivos de la lluvia, el viento, las inclemencias atmosféricas y hasta las radiaciones solares.
A medio camino entre los invernaderos y protecciones más simples encontramos las barracas, estructuras que permiten montar carpas para guarecer plantas altas como pimientos o tomates. Bien colocadas impiden el paso de lluvia, aunque requieren ventilación en los días de más sol.
Existen otros métodos no perjudiciales que pueden utilizarse, y que de hecho se han utilizado desde siempre con resultados probados. Los abonos orgánicos, el aprovechamiento de diversos extractos minerales y vegetales, y el aprovechamiento inteligente de la tierra por medio de rotaciones y policultivos, son algunos de estos recursos.
En lo referente a las plagas, son muchas las plantas que de forma natural sirven para proteger nuestra huerta de sus ataques.
Gracias a las hojas de patatas y tomateras podemos mantener a raya a los escarabajos y librarnos de larvas y gusanos. Las sustancias que contienen no se limitan a actuar contra los insectos dañinos, pues además atraen a sus depredadores. Y esta es otra estrategia que siempre ha servido: el uso de depredadores naturales para controlar plagas.
Los repelentes naturales obtenidos a partir de cáscaras de naranja son el terror de muchos insectos como las hormigas o las cochinillas.
Existen muchas otras plantas protectoras, como la ortiga, con ayuda de la cual podremos evitar los ataques de un gran número de plagas que dañarían mucho nuestros cultivos.