Una empresa lorquina restaurará la fuente más famosa de Totana

Las actuaciones se acometen en virtud de la subvención solicitada por la Concejalía de Patrimonio Histórico

El Ayuntamiento de Totana ha iniciado esta semana las obras de restauración de la Fuente Juan de Uzeta, cuyas actuaciones son financiadas por la Comunidad Autónoma en virtud de una subvención directa tramitada por la Concejalía de Patrimonio Histórico por importe de 42.989,59 euros.

La Junta Local de Gobierno adjudicó el contrato de rehabilitación de esta infraestructura el pasado mes de julio a la mercantil “Salmer Cantería y Restauración, SL”, con domicilio social en la diputación de Parrilla (Lorca)
El proyecto básico y de ejecución fue realizado por el arquitecto Francisco Guerao, a cuyo procedimiento de licitación concurrieron dos empresas especializadas; y cuyo contrato se suscribió a principios de este mes de septiembre.
Las obras, que se prolongarán hasta mediados de noviembre, contemplan una actuación integral en el monumento y en su entorno arquitectónico, y éstas se acometerán en virtud de la subvención concedida por la Consejería de Turismo y Cultura al Consistorio totanero, recordó la concejala de Patrimonio Histórico, Inmaculada Blázquez.
La fuente se encuentra en el entorno de protección de la iglesia de Santiago, declarada Bien de Interés Cultural, de forma que el informe del Servicio Regional de Patrimonio Histórico concluía que «la intervención prevista en el bien de referencia no suponía un peligro para la integridad del templo y no alteraba su contemplación».

Además, las actuales características arquitectónicas y paisajísticas en el área de intervención del proyecto son «degradantes para el monumento», suponiendo la rehabilitación de la fuente y de su entorno inmediato “una mejora” de las mismas, tal y como recogen los informes técnicos del Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma.

El Pleno de Totana acordó en septiembre del 2016, por unanimidad, a propuesta de la edil de Patrimonio Histórico, solicitar a la entonces Consejería de Cultura y Portavocía la subvención total del coste de las obras de rehabilitación de la fuente y su entorno, dado su progresivo estado de deterioro.

Este monumento de estilo barroco fue construido en el siglo XVIII y se encuentra situado formando parte de un conjunto urbano de gran valor artístico y cultural. De un tiempo a esta parte, se han observado en el monumento signos de un avanzado estado degenerativo, con una evidente degradación estética y problemas de funcionamiento de los flujos de agua.

Ésta es obra del totanero Silvestre Martínez Teruel, y forma parte de un conjunto urbano de gran valor artístico y cultural que servía además para el abastecimiento de agua potable de la población.

Éste es un elemento de referencia icónica para Totana que fue proyectada por el totanero Silvestre Martínez Teruel, un polifacético personaje de su época a quien se le atribuyen otras importantes obras en el municipio.

La concejal recordó que desde inicio de esta legislatura, en 2015, se reivindicó ante la Administración regional la necesidad de intervenir y restaurar este monumento, ya que de un tiempo a esta parte, «se han observado signos de un avanzado estado degenerativo, con una evidente degradación estética y problemas de funcionamiento de los flujos de agua, así como deterioros estructurales que pueden poner en peligro piezas originales y únicas del monumento».

Blázquez precisó que ya en agosto del 2016 se efectuó la petición formal de una subvención a la Dirección General de Bienes Culturales para intervenir en la fuente y su entorno, avalada por un proyecto técnico en el que se detallaban las necesidades y las intervenciones a realizar, y ahora éstas ya se van a hacer realidad, siendo éste un lugar de interés turístico e histórico de referencia”.

La concejala del ramo ha mostrado su satisfacción por el comienzo de estas actuaciones” y ha añadido que «es mi deseo, que con esta restauración, se consolida y asegura la parte estructural del monumento, y podrá apreciar la belleza de los colores y mármoles originales que nuestros antepasados contemplaron, así como aprender a valorarla como uno de los elementos más relevantes de nuestro patrimonio artístico y reservarla por muchos años con las intervenciones proyectadas en su entorno».