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Todo sobre el conflicto de los taxistas con Uber y Cabify
El paro en Madrid y Barcelona de momento tiene carácter indefinido y las negociaciones se encuentran encalladas con los dos Gobiernos regionales.
Los taxistas de Madrid y Barcelona tienen convocados paros indefinidos por el conflicto que mantienen con las Administraciones Públicas por la regulación del sector del VTC —vehículos de transporte con conductor— que lideran las empresas Uber y Cabify.
Desde el inicio de la huelga, el pasado viernes, han paralizado algunas de las principales vías de las dos mayores ciudades españolas y se han registrado varios incidentes, como las denuncias de daños y agresiones a conductores de VTC, que han dejado varios detenidos, o el atropello de un taxista que intentaba cortar una calzada.
¿Cuál es la diferencia entre un taxi y un VTC?
La principal diferencia entre un taxi y un VTC en cuanto al servicio que prestan es que el primero puede realizar su actividad a demanda, en parada de taxis y telemáticamente, mientras que el segundo tiene que haber sido contratado anticipadamente. Es decir, un vehículo de Uber o Cabify no puede deambular por el espacio público en busca de clientes, sino que debe ir a recoger a un cliente determinado que previamente ha contratado sus servicios.
Pero en su funcionamiento hay además numerosas diferencias. Los propietarios de una licencia de taxi solo pueden trabajar cinco días por semana con un máximo de 16 horas (dos turnos) por día, mientras que los VTC no tienen estas limitaciones. Además, las tarifas de los taxis están reguladas por la Administración, mientras que Uber o Cabify estipulan sus precios en función de la demanda, por lo que los días en los que se requieren más sus servicios, los precios suben.
Aunque quizá una de las mayores disparidades tiene que ver con lo tocante al acceso a las licencias. Una licencia de taxi en las grandes ciudades por lo general cuesta más de 130.000 euros. En Barcelona el precio medio en 2017, según el Institut Metropolità del Taxi (IMT), se fijó en 133.672 euros. Por el contrario, una licencia de VTC ronda los 5.000 euros.
¿Cuándo comenzó el conflicto?
El conflicto entre el colectivo de taxistas y las diferentes Administraciones Públicas por la regulación del funcionamiento de los VTC lleva años sobre la mesa afectando a las principales ciudades del país.
Su explosión se produjo tras el desembarco de empresas como Uber y Cabify, que hicieron que las licencias de VTC se multiplicaran en pocos años. Desde 2009 se arrastra la problemática, aunque no saltó a la opinión pública hasta el año 2016 y de forma más rotunda hasta el pasado 2018, cuando ya se vivieron paros masivos.
De hecho, el conflicto se agudizó a finales del pasado julio, aunque tras el compromiso del Ministerio de Fomento de diseñar un nuevo marco normativo los colectivos del taxi decidieron dar una tregua a las movilizaciones y paros.
En esta ocasión, Barcelona contempla ya el sexto día de paro consecutivo, mientras Madrid se sumó a la protesta hace tres días.
¿Cuáles son las ciudades más afectadas?
Las ciudades más afectadas son principalmente las de Barcelona y Madrid, aunque en los últimos días el conflicto se ha extendido también a otras ciudades catalanas, como Mataró, Sabadell o Terrassa.
En la Comunidad Valenciana de momento el colectivo no se ha sumado a la movilización, aunque no descarta hacerlo próximamente. En Ciudad Real, urbe del interior del país, este martes los taxistas pararon una hora en señal de apoyo a las huelgas realizadas en otros territorios.
El vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Jesús Fernández, señala en entrevista telefónica que esta problemática afecta sobre todo a las grandes urbes, como Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia o Zaragoza, puesto que «estas empresas [Uber y Cabify] no abogan por un servicio público como el taxi» y tan solo se establecen en las poblaciones donde son rentables.
¿Qué reclaman los taxistas?
La reivindicación más repetida es que quieren que se cumpla la legislación vigente. Fernández insiste en que tras la liberalización del sector en 2009 las posteriores modificaciones legislativas no han ayudado a solucionar el conflicto del sector.
«Nos están llevando al terreno de la competencia, pero el taxi no es un VTC», cuenta, y continúa: «Están ocupando nuestro espacio y nosotros lo que deseamos es que se cumpla la ley».
Su principal reclamación es que las Comunidades Autónomas —los gobiernos regionales— cumplan con la habilitación que les dio la última normativa nacional para regular este sector. «No quieren regular», hace hincapié el representante de los taxistas madrileños refiriéndose al Ejecutivo de su territorio, e insiste: «No existe voluntad».
Asimismo, Fernández opina que en Cataluña sí que se observa esa intención y se están dando algunos pasos, pero que en Madrid la negociación ni siquiera está sobre la mesa.
- Precontratación
El principal caballo de batalla ahora mismo es el de la precontratación. Los trabajadores movilizados reivindican que los Gobiernos regionales regulen este requisito, para que los Ayuntamientos lo puedan adaptar. Se trata de la obligatoriedad de que los servicios de VTC sean contratados con una determinada antelación antes de ser prestados. En Cataluña se está abogando por exigir una hora de tiempo mínimo de precontratación.
- Llegar al 1/30
La legislación en vigor señala que solo puede haber una licencia VTC por cada 30 de taxi, pero en la práctica no se está cumpliendo y las grandes ciudades tienen una ratio inferior a 1/7.
Este es el punto más difícil de solucionar, puesto que durante los años de vacío legal se concedieron un número de permisos que superaban los marcados posteriormente en la normativa. En este sentido, además, la actual regulación señala los requisitos para la obtención de las licencias, pero no permite la retirada de las que ya fueron otorgadas.
¿En qué punto se encuentran las negociaciones?
En Barcelona parece que las negociaciones avanzan y hay una propuesta por parte de la Administración relativa a la precontratación del servicio suministrado por compañías como Uber o Cabify que se ampliaría hasta una hora.
Por su parte, en Madrid están absolutamente estancadas. El representante del gremio en la capital sostiene que actualmente no existe negociación. «Cualquier normativa de los Ayuntamientos sin el soporte de la Comunidad será tumbada en los tribunales», afirma Fernández en referencia a la buena disposición de la Alcaldía de la capital en contraposición con la del Gobierno regional. Al respecto, asegura que la postura del Ejecutivo de la Comunidad Autónoma de Madrid por el momento es inflexible, por lo que si no cambia su actitud no es viable llegar a acuerdo.
¿Hasta cuándo durará el conflicto?
Según Fernández, el referéndum celebrado a principios de semana por los taxistas de la capital ha dado como resultado, por «abrumadora mayoría», la convocatoria de un paro indefinido.
De este modo, en Madrid este miércoles los taxistas se han centrado en el Ifema —recinto ferial de la capital española—, donde se ha inaugurado la feria de turismo Fitur, considerado uno de los salones de este sector más importante del mundo. Las vías de acceso al recinto han sufrido cortes y retenciones, con la concentración de miles de taxistas, e incidentes como la quema de contenedores en sus inmediaciones.
En Barcelona aunque de momento no se ha desconvocado la huelga indefinida, la resolución del conflicto podría encontrarse mucho más cercana, a pesar de las amenazas de los últimos días.
Desde la capital catalana se llegó a barajar como siguiente paso de presión el bloqueo de la frontera con Francia. Para ello, contarían con la colaboración de los ‘chalecos amarillos’, según afirmó a principios de semana el representante de Élite Taxi, Tito Álvarez, portavoz del Comité de Huelga hasta este miércoles, cuando ha presentado su dimisión.
Precisamente, la renuncia de Álvarez y del resto de miembros del Comité ha estado motivada por la división del colectivo a la hora de decidir si aceptar o no la propuesta de la Generalitat. Por su parte, la respuesta de la patronal de las empresas de VTC ha sido amenazar con abandonar Barcelona si prospera el acuerdo.
Nuria López