Consejos para cuidar tu jardín que harán tu vida más fácil

Un jardín es una excelente idea para darle vida y originalidad a un espacio, ya sea si se vive en una ciudad o, por el contrario, el  hogar se encuentra en un pueblecito en medio del campo. Independientemente de los metros cuadrados que conformen nuestro jardín, tendremos que hacer todo lo que esté en nuestra mano para que se vea bonito todo el tiempo. Estos cuidados van a depender mucho de la época del año en la que nos encontremos: el ciclo natural del clima, durante el verano, permite que los días duren más horas y que las noches sean más cortas.

Por lo tanto, se deberá prestar especial atención a los cuidados que le prodiguemos a nuestro jardín, pudiendo encontrarse muchos productos, al respecto, en esta web. Si somos pues de esas personas afortunadas con jardín propio, no vamos a desaprovechar la ocasión de sacar su lado más reluciente , sin salir de nuestra casa. Para ello, vamos a tener en cuenta una serie de consejos para cuidar nuestro jardín que no conviene pasar por alto:

• Suelo. La limpieza y el buen mantenimiento del suelo es básico para poder disfrutar de un jardín perfectamente acondicionado.
• Aire. Evidentemente, nuestro jardín tiene que disponer de corrientes de aire para que las plantas puedan estar perfectamente ventiladas y poder evitar un posible problema de hongos.
• Espacio. Debemos de calcular dejar espacio entre nuestras plantas y arbustos. Si tienen un espacio entre ellas, evitaremos el problema de malformaciones en el crecimiento de las mismas y también dificultaremos la propagación de enfermedades y plagas de una planta a otra.
• Insectos. Es fundamental controlar las plagas de insectos y bacterias que atacan a nuestras plantas. Hay infinidad de productos en el mercado, como repelentes o bactericidas, que nos pueden ayudar a conseguirlo. Pero, es aconsejable utilizar los plaguicidas aceptados por la agricultura ecológica. En jardinería es muy utilizado el jabón potásico y el aceite de Neem, junto con otros fitosanitarios.
• En cuanto al riego, deberá ser cuidadoso, no es el riego común, que se lleva a cabo durante todo el año. Antes que nada, deberá ser más abundante. Si bien es cierto que la cantidad de agua depende específicamente de cada planta, la mayoría de ellas necesitarán recibir mayor cantidad de agua y con más frecuencia durante el verano.

A la hora de regar, depende mucho la hora del día, hay que asegurarse que sea por la mañana muy temprano o al atardecer. No debe procederse al riego de las plantas cuando la luz del sol es más intensa, pues éstas podrían quemarse o ahogarse debido al contacto de los rayos con el líquido. Así mismo, en todos los casos, deberemos evitar que la tierra se encharque, pues el exceso de humedad puede provocar que las plantas se pudran. Además, es necesario saber que la mejor forma de riego es mediante aspersión, porque resulta menos dañina para las plantas y el agua penetra poco a poco en el suelo. Y no sólo esto, también el evitar dicho exceso prevendrá que las plantas se ahoguen o contraigan alguna enfermedad.

• El abonado es un aspecto básico de la jardinería. Hay que tener en cuenta que debe hacerse en función de la demanda, es decir, si nuestro jardín tiene un elevado número de plantas con flores, requerirá una mayor cantidad de abono y con más frecuencia. También es importante saber qué época es propicia para abonar, siendo ésta los meses de primavera y verano. Es preferible usar los abonos orgánicos que aquellos que tengan incorporados una elevada cantidad de agentes químicos.
• Tendremos que estar pendientes de las malas hierbas, pues hay que quitar esas hierbas que crecen donde no deben. Realizar esta tarea es saludable para el jardín y, además, mejora el aspecto y la imagen del mismo.
• En la siembra de bulbos, resulta básico conocer y respetar los períodos concretos para plantar los diferentes tipos de arbustos y plantas. El cultivo debe ir relacionado con las diferentes épocas de floración.
• La poda, al igual que con la siembra, debemos saber que cada planta o árbol tiene un momento idóneo para ser podado. Los arbustos que florecen desde finales de invierno hasta principios de primavera deben ser podados después de su floración, mientras que las plantas que florecen a finales de primavera o en verano deben ser podadas durante el invierno.

Combinación de plantas. Ésta, quizás, sea una de las partes preferidas de los apasionados del mundo vegetal. Crear un jardín con aquellas plantas o flores que más nos gusten puede llegar a ser todo un lujo para la vista. Geranios con petunias, margaritas con tulipanes… son algunas de las combinaciones que darán un aspecto genial a nuestras macetas.