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La importancia de las renovables, el futuro pasa por las energías verdes
El cambio climático es ya una realidad incontestable. Es un tema que ya no responde a discusiones, y aunque existen negacionistas del cambio climático, muchos de ellos con un imponente poder económico y político, la comunidad científica advierte de los problemas que pueden causar el cambio climático y el calentamiento global para nuestra habitabilidad en el planeta Tierra.
Las energías renovables, en el campo del consumo eléctrico, se convierten en la actualidad y en el futuro a corto y medio plazo como una herramienta imprescindible para hacer frente al cambio climático. Con ayuda de las compañías eléctricas verdes, como es el caso de Gana Energía, es posible enfrentar las consecuencias del calentamiento global y hacer del planeta un lugar más sostenible.
Gana Energía no solo asegura una electricidad generada a partir de energías 100% limpias y renovables, sino que ofrece un precio a pagar por el usuario más reducido que el de las grandes eléctricas que operan en el país.
Los impactos que ya causa el cambio climático están llevando a muchos países y comunidades a declarar el estado de emergencia climática para concienciar a los ciudadanos, actores sociales y económicos de la necesidad de revertir la dinámica actual de consumo indiscriminado de recursos naturales.
¿Cómo pueden las energías renovables luchar contra el cambio climático?
Hasta el momento, la mayor parte de la electricidad que se genera en el planeta procede de combustibles fósiles y la energía nuclear. La energía resultante de la combustión de petróleo, carbón y gas natural tiene como consecuencia la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera que aceleran el calentamiento global y el cambio climático.
Se trata, por tanto, de energías sucias. La energía nuclear, más limpia y menos contaminante porque no emite dióxido de carbono, se enfrenta al debate constante de qué hacer con los residuos que se generan, que son radiactivos.
Las energías renovables pueden hacer frente a esta situación de calentamiento global, ya que para producir electricidad no echan mano de combustibles fósiles, sino que utilizan recursos “renovables”, como son la luz solar, el viento, el agua o la propia biomasa.
Las renovables son fuentes de energía limpias, inagotables y cada vez más competitivas. Si diferencian de los combustibles fósiles en su diversidad, su abundancia y su potencial de aprovechamiento.
Muchas zonas del planeta deprimidas laboralmente pueden encontrar una oportunidad de empleo muy interesante en la explotación de estas energías limpias. A diferencia de los combustibles fósiles, con los que ya se ha alcanzado el zenit de explotación, el crecimiento de las energías limpias es imparable.
Las energías renovables como solución a la extracción de recursos naturales
El planeta Tierra es finito, es decir, los recursos que acoge son los que son, de modo que no se pueden explotar estos recursos de manera indefinida. Alcanzar el zenit de explotación de un recurso concreto significa que las reservas restantes de ese recurso ya son menores que el total extraído hasta la fecha.
Los combustibles fósiles no solo están en decadencia, sino que explotarlos en la actualidad y en el futuro va a ser más caro y menos rentable que lo fue hace décadas, porque su extracción es cada vez más compleja y menos rentable.
Con las energías renovables esto no ocurre. El sol va a seguir existiendo durante miles de años, aunque en algún momento se apagará, y el viento va a seguir soplando mientras la Tierra gire. Lo mismo sucede con el mar y el agua, especialmente mientras conservemos el equilibrio del planeta.
Apostar de manera decidida por las energías renovables es también una forma de reducir el precio a pagar por la luz, en la factura eléctrica. Si se trata de explotar recursos que son infinitos, no entran en juego condicionantes como las posibles limitaciones de dicho recurso.
Las empresas eléctricas más importantes del mundo, que tradicionalmente explotaban recursos finitos como la energía nuclear y los combustibles fósiles, iniciaron hace años una transición hacia las energías limpias.
Las renovables, a pesar de que se explotan desde hace años, están todavía en pleno proceso de crecimiento, pero de su asentamiento depende en gran medida el futuro de la habitabilidad del ser humano en el planeta.
Ante un panorama de crisis climática como el que estamos viviendo y que la ONU fecha en 2030 como el año en el que ya no hay vuelta atrás, las renovables deben ir sustituyendo más pronto que tarde a los combustibles fósiles en aspectos como la movilidad y la generación de luz y energía eléctrica.
Y todo esto ha de venir acompañado de cambios en el consumo, en la concepción de las ciudades, en los estilos de vida y en cuestiones tan relevantes como el crecimiento económico.