Lorca
IU vota “no” a los presupuestos de 2020 para Lorca y explica sus razones:
PSOE y Ciudadanos Lorca no han podido sacar adelante el proyecto de presupuestos para este año 2020, durante la votación que ha tenido lugar esta mañana de lunes, 20 de enero, en el edificio consistorial.
Izquierda Unida, VOX y Partido Popular han decidido votar “no” a los presupuestos, a lo que muchos han criticado. La edil de la IU, Gloria Martin, ha dado sus motivos en las redes sociales. Texto este ultimo que reproducimos literalmente:
“Los concejales de IU-Verdes Lorca no hemos aprobado el proyecto de Presupuestos de 2020. No han salido adelante.
Antes de explicar las razones quiero hacer una reflexión personal. El PSOE ha apelado a la responsabilidad del resto de grupos políticos en los últimos días. Nosotros creemos que lo RESPONSABLE, es devolver estos presupuestos a los corrales (que no gustaban ni al propio equipo de gobierno, porque así lo han reconocido públicamente) y negociar de verdad. Mientras, se funcionará con presupuestos prorrogados, lo que el propio alcalde dice que no es “ningún drama”. A mí me parece un fracaso político.
Creo que el PSOE se ha confiado en la posición ambigua de VOX, que no ha desvelado el sentido de su voto hasta el mismo momento de la votación en el Pleno. Y ha olvidado trabajar más intensamente en las negociaciones con quienes les apoyamos en la investidura (y estamos más cerca ideológicamente). Un error estratégico del que les advertimos la semana pasada. Teníamos razón y VOX también ha votado finalmente que no, pero el diálogo con IU ya estaba roto. Nuestra posición en principio era la abstención. Hemos tenido que cambiar el voto por la ausencia de una concejala por motivos más que justificados de salud.
Ahora, lo que el PSOE espera de nosotros y de sus propios votantes ya lo sabe. Lo nuestro porque está en el acuerdo de investidura (https://psoelorca.es/wp-content/uploads/2019/07/Pacto-IU.pdf) y lo de los suyos porque está en su programa electoral (https://psoelorca.es/proyecto-sol). Y los compromisos entre partidos políticos pero, sobre todo, hacia los ciudadanos, deben cumplirse.
¿Qué no es fácil? Seguro que no. Lorca es un municipio muy complejo. Pero desde la desconfianza, el recelo o las estrategias exclusivamente partidistas (y no hablo precisamente de IU) lo será mucho más. La configuración del Pleno que emanó de las urnas nos obliga a dialogar, acordar y a compartir responsabilidades en aras de la gobernabilidad.
Ahora, podemos ovillarnos en unos presupuestos prorrogados hasta 2021 como ha anunciado el Alcalde (espero que sólo sea un farol porque no lo entendería) o ponernos a construir la Lorca que merecemos mediante unos presupuestos de IZQUIERDAS, más sociales, más equitativos y más justos. Yo creo que cuanto antes nos pongamos a esa tarea, mejor.
Las razones.
Cuando se presentó el proyecto ante los medios de comunicación, el Gobierno municipal de PSOE y C’s dijo que el presupuesto para 2020 era »realista, transparente, social y equitativo». Vamos por partes.
REALISTA
Dijo el concejal de Hacienda que no incorporaba partidas “engordadas” para poder cuadrar el presupuesto, “algo a lo que estaba acostumbrado el anterior equipo de gobierno” (que es verdad). Pues bien, ahora ocurría exactamente lo mismo y este año se incorporaba un ingreso de 800.000 euros que depende del cobro de las Tasas por Licencia de Actividad de una planta de generación de energía fotovoltaica cuya licencia se va a otorgar (supuestamente) este 2020. Es la misma planta de la que ya oíamos hablar a Francisco Jódar en 2011.
Curiosamente esta cifra, 800.000 euros, representaba la misma cantidad que el supuesto superávit de las cuentas para cumplir con el Plan de Saneamiento. Es decir, las mismas trampas que hacía el PP, que en el presupuesto de 2016 incorporó un ingreso de 1.200.000 € por la licencia de la planta solar de 400 Mw de Almendricos, que al final se construirá en Puerto Lumbreras. El Interventor lo avisaba en su informe.
TRANSPARENTE
Pues no sé, porque ni siquiera ha estado colgado en el portal de transparencia de la web municipal para que los ciudadanos pudieran consultar el proyecto. Las negociaciones las hicimos con un estadillo de unas pocas páginas que nos facilitaron. El grueso del presupuesto se nos entregó cuando los presupuestos ya habían sido aprobados por la Junta de Gobierno Local, por tanto, sin capacidad de enmienda.
No había concreción, las partidas eran muy ambiguas y quedaban a la discreción del concejal de Gobierno de turno, lo que hubiera dificultado que pudiéramos influir en su destino final o en su control.
Por ejemplo, el Alcalde anunció que se incorporaban partidas para el cuartel de la Policía Local en el barrio de San Cristóbal, el Plan Sombra en colegios, el traslado de los transformadores eléctricos de La Viña o la UA-23 en San Cristóbal… Específicamente, no hay nada de eso en el proyecto (y adivinos no somos). Tampoco para la obtención de los terrenos para el centro de salud en el Barrio.
SOCIAL
En los presupuestos no hay nada sobre nueva vivienda pública, nada sobre revitalización del casco histórico, ni para remunicipalización de los servicios públicos (todo esto forma parte del acuerdo de investidura entre IU y PSOE). Bajaban partidas que tienen que ver con gastos diversos de las concejalías de Igualdad (-6%), acción social (-33,33%), Sanidad (-64%), o recuperación tras el terremoto (-40%) mientras algunas, como la Feria del Caballo, subían un 228,57%.
EQUITATIVO
En teoría más de la mitad de las inversiones municipales iban a ir destinadas a los pueblos. Pero sólo estaban garantizados 323.408 euros para obras en diversas pedanías (sin concretar) vinculados a la venta de patrimonio municipal (que puede venderse o no). Los otros 368.546 dependían de que el Gobierno regional renueve el convenio del Plan de pedanías y barrios periféricos. Aun así, las dos cantidades juntas suman poco más de 690.000 euros, menos de 18.000 euros por pedanía. Unos fondos totalmente insuficientes para abordar las muchas necesidades de nuestros pueblos y que si siquiera se contemplaban en un verdadero anexo de inversiones territorializado que tanto hemos demandado (también el PSOE cuando estaba en la oposición). Teníamos que votar A CIEGAS.
En general el capítulo 6 (inversiones reales) era muy pobre. Es aquí donde se incluyen los proyectos que el equipo de gobierno determine como objetivos para el año. Nada ilusionante.
SOBRE PARTICIPACIÓN
El Alcalde dijo en septiembre que su equipo trabajaba ya en los “primeros presupuestos participativos”. Pues bien, eso se redujo a incorporar una partida de 300.000 euros (la misma cantidad que propuso el PP en su momento) que no sabemos cómo se iba a materializar.
Los presupuestos participativos se hacen así:
1) Los ciudadanos presentan sus proyectos y se hace una primera votación popular de los presentados (podría haberse hecho en septiembre).
2) Durante dos meses (octubre, noviembre) los servicios municipales hacen un informe de evaluación legal, técnica y económica de los proyectos más votados.
3) Cada ciudadano vota los proyectos que considera más interesantes de los considerados viables (podría haberse hecho en diciembre). Los más valorados se incorporan al presupuesto municipal.
Aquí no se ha hecho nada de eso. “No ha habido tiempo”, se excusarán algunos. El PSOE lleva 12 años preparándose para volver al Gobierno de Lorca. Sí había tiempo.
Sobre las Juntas vecinales y de distrito. Para su puesta en marcha, que es el gran proyecto estrella anunciado por el PSOE, se establecía una partida de ¡20.000 euros! Es decir, las 50 juntas vecinales de barrios y pedanías de los seis distritos hubieran tocado a 400 euros para ser autogestionados, lo que parece una broma. Según el Reglamento Orgánico de los Distritos del municipio de Lorca (incumplido desde su aprobación en 2014), a las Juntas les corresponde gestionar, como mínimo, un 2% del presupuesto municipal. Un 2% de 74.166.754,50 euros son 1.483.335,09 (repito, lo proyectado eran 20.000 euros).
Habrá quien esté enfadado con IU porque hoy no hemos levantado el brazo para votar sí. Hemos elegido lealtad a la idea de Lorca que defendemos y a los deberes que tenemos hacia a sus vecinos. Guste más o guste menos. Ya conocéis nuestro lema: programa, programa, programa”.