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Ascoe, la desvinculación de la Multipropiedad por sentencia
Tuvo un enorme boom entre los 80 y los 90, y sus secuelas han dejado una profunda huella en los años posteriores. Las vacaciones en multipropiedad o sistema de tiempo compartido por aprovechamiento de turno, es un contrato por el que el consumidor adquiere el derecho a utilizar, al menos durante una semana al año, un alojamiento turístico amueblado, así como los servicios complementarios del complejo, ha pasado de ser una buena idea a todo un problema. ¿El motivo? La firma de los contratos sin un plazo límite, a perpetuidad.
Miles de personas han visto cómo han tenido que seguir pagando cuotas de mantenimiento y derramas por semanas de las que ya no quieren ser beneficiarios. Contratos firmados hace incluso 3 ó 4 décadas que se tienen que seguir cumpliendo.
Afortunadamente, se están dando muchos casos de victoria para estas personas que no quieren seguir atadas por estos acuerdos, recibiendo incluso cantidades abonadas vinculadas a un prestamo bancario que firmaron junto con la compra de la semana.
ASCOE ayuda en la nulidad de los contratos de multipropiedad
Hablamos de casos, pero hay cifras. Actualmente, miles de personas que habían firmado como socios de multipropiedades han conseguido, tras llevar sus casos a jucio, sentencias favorables con las que se declara la completa nulidad de sus contratos. Gracias a esto, están consiguiendo de vuelta las cantidades que se habían abonado durante todo el tiempo que se buscaba cancelar las cláusulas firmadas, así como la cancelación de la deuda por cuestiones como el mantenimiento anual.
Son cuantías económicas que, en algunos casos, han logrado alcanzar los 18.000 euros en los casos más favorables. Situaciones en las que hay un agente común, ASCOE. Esta asociación nació para ofrecer ayuda a todas estas personas afectadas, de hecho, está conformada también por personas que han pasado por estas complicaciones y han buscado la forma de solventarla y, de camino, ayudar a quienes lo necesiten en este ámbito.
La Asociación Española de Afectados por la Multipropiedad (ASCOE), desde sus comienzos en el año 2008, ha conseguido cientos de sentencias, pero es a partir del año 2015 cuando el Tribunal Supremo les facilita más las cosas abriendo el camino a miles de reclamaciones. Infinidad de socios de esta han comenzado la batalla legal contra las empresas que en su día les vendieron las Multipropiedades y entidades bancarias que financiaron; en connivencia con las comercializadoras, en estas operaciones.
Esta organización, junto con el abogado Juan Madrigal, especialista en la defensa de los socios multipropietarios, ha conseguido en estos años numerosas sentencias favorables para todos los que han acudido a ella. De hecho, gracias a esto, se han firmado miles de nulidades de contratos, incluso aquellos que habían sido escriturados. Han demostrado que no importa la situación, siempre existe una vía para ayudar a quienes quieren librarse de este lastre.
El Tribunal Supremo cambió las reglas en 2015
Fue precisamente el Tribunal Supremo el que determinó el cambio que más ha ayudado en este sentido. Como bien hemos adelantado antes, en 2015, el TS declaró la nulidad absoluta de todos los contratos de compraventa posteriores a enero de 1999, siempre y cuando cumplieran determinadas condiciones. Aquellos de carácter vitalicio, indefinido o perpetuo, los de sistema flotante o los de más de 50 años pasaban a ser completamente nulos según lo dictado por la institución.
Algo que ha cambiado muchísimo la situación en el caso de los contratos de multipropiedad. En muchos de estos, la duración del régimen se establece como ilimitada, y el Tribunal Supremo deja claro que esta duración convierte en nulos estos contratos, es por ello que los socios propietarios pueden cancelar el contrato de multipropiedad mediante la interposición de una demanda de nulidad de contrato
Complejos como el Parque Denia o el Ogisaka Garden, incluso Abir Garden, son buenos ejemplos de esto. Todos los contratos firmados en relación con estos complejos a partir del 99, han sido declarados nulo de pleno derecho. Y cuando decimos todos, son absolutamente todos, independientemente de las mercantiles vinculadas. De hecho, en la propia web de ASCOE se pueden ver algunas de las sentencias que los han declarado como tal.
ASCOE, brindando un servicio al alcance de todo el mundo
A raíz de todo lo sucedido en los últimos 5 años, no han sido pocas las personas que han acudido a la ASCOE. Muchos escritos de demanda incompletas y/o poco trabajadas llegan a esta Asociación para ser valorados y ver cuál es la mejor forma de proceder en cada caso. Sin embargo, el continuo bombardeo de abogados que aseguran el éxito está convirtiendo la esperanza de muchos socios que entran en un nuevo fraude.
Muchos abogados están intentando subirse al carro de la multipropiedad a raíz de la nulidad declarada por el Tribunal Supremo. Prometen una victoria asegurada a todos sus clientes, incluso indemnizaciones con unas cuantías exageradas. Sin embargo, desconocen la complejidad que puede llegar a tener todo este proceso legal, lo que al final acaba derivando en casos que fracasan y que suponen un importante rebote para el cliente en cuestión.
Y es que, cuando se pierde la demanda de nulidad de un contrato de multipropiedad, en muchas ocasiones hay que pagar todas las costas procesales. Pero no solo eso, el demandante también tiene que volver a cumplir con las obligaciones contractuales, abonando cualquier cuota atrasada y descartando cualquier posibilidad de seguir por la vía judicial. Si sucede esto, la única forma de salir de la multipropiedad es pagando por ello, siempre y cuando esté contemplado. Las cosas se complican mucho más de lo que deberían en estas circunstancias.
Es una situación complicada que parecía la fórmula perfecta en los 90, pero que ha estado derivando en unas ataduras totalmente ilógicas para muchas personas. En caso de ser uno de los afectados por este modelo de contrato y de propiedad, lo mejor es acudir a equipos especializados en la materia, como es el caso de la ASCOE. Cuentan con los recursos, con los medios y, sobre todo, con la experiencia para saber cómo abordar estos contratos de multipropiedad de la forma más óptima y eficiente. Son la clave para acabar con un modelo obsoleto y completamente injusto.