Lorca
El Gobierno regional destina 112.000 euros al Centro de Inseminación Artificial porcina de Lorca
Las instalaciones estuvieron afectadas a comienzos de 2020 por un brote vírico que obligó al vaciado sanitario y a la eliminación de verracos
El consejero Luengo visita una finca agrícola que desarrolla un proyecto de puesta en valor de purines mediante su inyectado en los cultivos
El Gobierno regional ha otorgado una subvención directa de 112.000 euros a la agrupación de Defensa Sanitaria de Ganado Porcino de Lorca (Adespolorca) para el restablecimiento de la actividad de su Centro de Inseminación Artificial, según informó hoy el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, durante una visita a esta localidad.
Luengo explicó que el centro «funcionó a pleno rendimiento hasta que, a comienzos de 2020, un brote vírico asociado al Síndrome reproductivo y respiratorio porcino obligó al vaciado sanitario de las instalaciones y a la eliminación de todos los verracos presentes, lo que supuso el cese de la prestación de servicios a las explotaciones porcinas de la zona».
Por este motivo, añadió el consejero, «la Comunidad Autónoma, fruto de su compromiso con el sector porcino, y en especial con los pequeños y medianos ganaderos, estimó necesario colaborar económicamente en el restablecimiento de la actividad del centro, de manera que pueda seguir ofreciendo sus servicios a todos los ganaderos de porcino de la Región, lo que les va a permitir adquirir 52 verracos, contribuyendo así a la mejora genética y al aumento de la rentabilidad de las explotaciones».
Adespolorca, que fue creada para elevar el nivel sanitario y la productividad de las explotaciones ganaderas integradas, cuenta entre sus instalaciones con este centro, reconocido como Centro Regional de Inseminación Artificial de Porcino, sin ánimo de lucro, con una capacidad para 100 sementales y 12 plazas de cuarentena independientes.
Actualmente, la Región es la segunda provincia de España con mayor censo de producción porcina. Cuenta con unas 1.500 explotaciones activas y un censo de 158.000 reproductoras, lo que supone más de 4 millones de cerdos de cebo anuales. Los municipios de Lorca y Puerto Lumbreras albergan aproximadamente la mitad de las explotaciones regionales, con un censo de 50.000 reproductoras y 676.200 plazas de animales de cebo.
Proyecto de inyección de purines
El consejero Antonio Luengo realizó este anuncio durante su visita a una finca agrícola, con representantes de la Cooperativa de Ganaderos de Gestión Medioambiental de Purines de Lorca, Gesalor, donde conoció el proyecto para la puesta en valor de los purines mediante s inyectado en la tierra de cultivo.
«Las deyecciones ganaderas se han considerado siempre un recurso de gran valor para la fertilización de la tierra, por aportar nutrientes a los cultivos, mejorando su textura e incrementado la capacidad del terreno a la retención de agua», explicó Luengo, «por lo que es fundamental valorar correctamente esos purines garantizando la protección ambiental».
Con ese objetivo, Adespolorca y Gesalor han conseguido integrar a 90 ganaderos de porcino con cerca de 200 explotaciones y un censo de más de 200.000 animales, para gestionar cerca de 1 millón de metros cúbicos/año que serán utilizados, en 5.500 hectáreas de uso agrícola, de forma agronómicamente correcta mediante cisternas equipadas con el software más avanzado para la medición y distribución monitorizada, permitiendo un control integral del sistema de gestión.
Además, y en consonancia con la utilización de las mejores técnicas en la aplicación de los purines sobre las parcelas agrícolas con el objetivo de mitigar las emisiones de amoniaco esta aplicación mediante tubos colgantes o inyección superficial, profunda o enterrados de forma inmediata, supondrá una importante disminución de las emisiones entre el 30-60 por ciento con respecto a la anteriormente utilizada mediante cañón o abanico, reafirmando el compromiso del sector con la protección medioambiental.
El consejero recordó que esta iniciativa «coincide con las actuaciones incluidas en el ecoesquema para la lucha contra la desertificación, contribuye a mantener la actividad agraria como elemento contra el cambio climático, actúa contra la reducción de la erosión mediante aportación de purines procesados por inyección en cultivos con o sin cobertura vegetal, minimiza emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero, o mantiene la biodiversidad».