Lorca
IU-Verdes Lorca exige la renovación de la estación medidora de la calidad del aire
También solicitan la instalación de una nueva para controlar los niveles de amoniaco
La concejala de esta formación, Gloria Martín, advirtió que en el municipio no se conoce qué tipo de aire está respirando la ciudadanía porque “tenemos una estación medidora de la ‘señorita Pepis’, completamente obsoleta e incapaz de medir los niveles de amoniaco ni partículas cancerígenas como el benceno, el tolueno o el xileno”
25.02.21.- La concejala de Izquierda Unida-Verdes en el Ayuntamiento de Lorca, Gloria Martín, ha pedido al alcalde, Diego José Mateos (PSOE), que aproveche su visita del próximo lunes a la Consejería de Medio Ambiente para que sea “contundente” en la reivindicación de la renovación de la estación medidora de la calidad del aire que está ubicada en la diputación de Río. Martín también ha instado al primer edil a que “presione” para que Lorca cuente con una segunda estación medidora que abarque “una mayor zona de estudio y control” en el que es el segundo término municipal más grande de España. La edil de IU-Verdes dijo que estas exigencias son “inaplazables” para mejorar la salud y la calidad de vida de los lorquinos, tras los datos “preocupantes” que arroja el último estudio sobre la calidad del aire en nuestra Región publicado por Ecologistas en Acción.
“No estamos hablando de ningún tema menor”, explicó Martín, en la medida de que la contaminación del aire causa alrededor de 30.000 muertes prematuras anuales en España, quince veces más que los accidentes de tráfico. Contaminación causada por partículas en suspensión como las PM10 o las PM 2.5, el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono troposférico (O3) que, según la Unión Europea, son las más perjudiciales en términos de afección a la salud.
Pese a la importancia vital de controlar los niveles de estos contaminantes, las estaciones medidoras con las que cuenta nuestra Región, también la de Lorca, son tan obsoletas que la gran mayoría cuentan con graves deficiencias a la hora de medir ciertas sustancias, o presentan tantas incidencias técnicas durante largos periodos de tiempo que resulta imposible tomar datos.
Por ejemplo, en la de Lorca no se miden compuestos cancerígenos como el benceno, el tolueno o el xileno, ni tampoco el monóxido de carbono o las partículas inferiores a 2,5 micras (PM 2,5). En este último caso, se trata de la contaminación procedente fundamentalmente de la combustión del diésel, que causa más de 65 mil casos de asma infantil en Europa. Según estudios llevados a cabo por investigadores del hospital universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia), un 10% de escolares ya padece asma. Una patología que se podría reducir en un 11% sólo con bajar los niveles hasta los umbrales recomendados por la OMS. “El grave hándicap con el que nos encontramos es que no sabemos qué tipo de aire estamos respirando porque tenemos la estación medidora de la ‘señorita Pepis’, completamente obsoleta y gran parte del tiempo estropeada”, dijo Martín.
“Por su gran extensión, Lorca necesita urgentemente contar con otra estación medidora que ayudaría a establecer un mejor diagnóstico, contribuiría a un mayor entendimiento del comportamiento y la dinámica del ozono troposférico (uno de los contaminantes que con más frecuencia sobrepasa los límites recomendables en nuestro municipio) y ayudaría a controlar las emisiones de amoníaco (NH3) procedentes de las granjas porcinas, que se han disparado por la proliferación de este tipo de industria ganadera”, explicó la edil de IU-Verdes.
Al respecto, Martín hizo alusión a una investigación del departamento de Ciencias de la Tierra del Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), que ha determinado que la comarca de Lorca es, tras Cataluña, “el segundo mayor punto de contaminación por amoniaco de toda España”.
La Región de Murcia emite hasta 40 toneladas de amoniaco en un día y gran parte de esta cantidad se genera en Lorca. Se trata de un gas que mediante una serie de reacciones químicas y combinado con otros contaminantes, deriva en la formación de partículas finas, las PM 2.5., que producen enfermedades respiratorias y cardiovasculares. “Aquí no sabemos qué cantidades estamos respirando porque nuestra estación no mide estas partículas. Las administraciones están optando por permanecer ciegas a esta problemática, prefieren no reconocerla, lo que no significa que no esté perjudicando la salud de la ciudadanía”, advirtió Martín.
Una problemática a la que, en Lorca, se suman las quemas agrícolas, que aunque están prohibidas se siguen produciendo, y la falta de una apuesta más contundente del equipo de Gobierno municipal por un transporte público “ágil, barato y menos contaminante”.
“Por cada euro que no se invierte en prevención de la salud, luego hay que gastar 15 en tratamientos médicos para combatir las enfermedades que produce la contaminación del aire”, dijo Martín, quien lamentó la “pobre visión estratégica” de las administraciones en este asunto.