Región de Murcia
Cultura concede ayudas por valor de 100.000 euros a las salas de conciertos de la Región
Estas ayudas a la música en vivo son un impulso al talento regional y mejoran la situación de las industrias culturales en su conjunto
El Instituto de las Industrias Culturales y las Artes (ICA) ha resuelto la concesión de ayudas económicas a las salas de conciertos de música en vivo de la Región, destinadas a contribuir a los gastos derivados de la programación.
Esta nueva inyección económica forma parte de la estrategia que lleva a cabo el Gobierno regional, a través del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes (ICA) y del Instituto de Turismo (Itrem), dotada con casi un millón de euros, para el fomento de la música en vivo mediante la marca Festivales Región de Murcia, su apoyo a las principales salas de conciertos de la comunidad y también a los talentos emergentes.
El director general del ICA, Manuel Cebrián, señaló que estas subvenciones supondrán un importante respaldo al mantenimiento estructural del sector de la música y a la consolidación de los músicos de la Región. También “son un apoyo al impulso del talento regional porque para celebrar conciertos y vender entradas hace falta que haya creadores e intérpretes”. Por eso, añadió “este debe ser otro de los grandes retos, poner en valor a nuestros músicos, porque la industria musical existe gracias a ellos”.
Los cinco beneficiaros de las ayudas, cuyo importe oscila entre los 17.000 y los 20.000 euros según el proyecto presentado son la Sala Garaje, el Café de Alba, la Sala Rem, la Sala Mamba y la Sala Spectrum.
El objetivo de las ayudas es fortalecer la Cultura en toda la Región. No se limitan al ámbito temporal, sino que contribuyen a impulsar el desarrollo y mejorar la situación de las industrias culturales en su conjunto, ya que para concurrir a esta convocatoria era requisito que, entre 2021 y 2022, las salas de municipios de menos de 100.000 habitantes hubieran llevado a cabo una programación musical profesional integrada por un mínimo de 40 conciertos, que serían 60 en el caso de las salas de municipios con más de 100.000 habitantes. Era necesario, además, que al menos el 70 por ciento de los conciertos se hubiera celebrado con venta de entradas.