Lorca
Piden a Adif que salve más de 300 árboles afectados por el soterramiento en Lorca
Propone el plan ‘Escudo Verde’ que permitirá salvar cientos de ejemplares de gran porte del entorno de las Alamedas, Parque Pediatra Diego Pallarés y Coso de Sutullena
Entre las especies se encuentran Palmeras Washingtonias, Arces Blancos yPino Carrasco
Fulgencio Gil Jódar, alcalde: “Proponemos el trasplante de esos árboles a terrenos municipales como alternativa a la motosierra que pretende Adif, dejando fuertemente dañada toda la estructura de las Alamedas”
29 de abril de 2024. “La estructura de las Alamedas podría quedar fuertemente dañada con la desaparición de su entorno de más de 300 ejemplares de gran porte. Estamos hablando de especies tan destacadas como Palmera Washingtonia, Arce Blanco y Pino Carrasco. Planteamos, como alternativa a la motosierra que pretende Adif, el trasplante de estas especies a terrenos municipales. El plan ‘Escudo Verde’ pretende evitar la tala no sólo de estos ejemplares públicos, sino también de muchos otros en terrenos privados”, ha afirmado este lunes el alcalde, Fulgencio Gil Jódar.
El plan ‘Escudo Verde’ ya fue planteado a Adif entre las alegaciones por las obras de integración urbana del ferrocarril. Y, ahora, se vuelve a exigir su puesta en marcha “para evitar la ‘sangría’ prevista que puede dañar seriamente el ‘pulmón’ de Lorca. Tenemos que esforzarnos para que no se pierda ni un solo árbol. Nuestra propuesta se planteó con suficiente antelación para proceder al trasplante atendiendo a las necesidades de tiempo y forma de cada una de las especies”, ha insistido el alcalde.
La preocupación es máxima, ha aportado Gil Jódar, ya que “se trata de árboles de hasta 15 metros de altura y con un diámetro de entre 1,5 y 2 metros. Muchos de ellos, olmos, que, si no se ven afectados directamente, las obras quedan a escasos centímetros, lo que repercutirá muy negativamente en ellos. Estamos hablando también de Jacarandas, Ficus, Araucarias, Robinias… Estas especies forman parte de la estructura de las Alamedas que quedarían, repito, gravemente dañadas. Insisto que se trata de un espacio cuyas primeras referencias aparecen en el siglo XVII”.
Y ha recordado que el escritor inglés Joseph Townsend en su libro ‘Viajes por España en la época de Carlos III (1786.1787)’ contaba de ellas que quedó encantado de los paseos públicos de las Alamedas. “Se parecen a los de Oxford, pero tienen un plano más extenso y hermoso porque los campos de trigo que encierra están bien regados. Allí los habitantes se reúnen para hacer ejercicio y gozar de la sociedad a la sombra de los altos árboles”.
El primer plano detallado de este espacio se hace en 1822, especificándose en él incluso el arbolado. Mucho antes, en 1775, se reordenan y se ensanchan y diez años después se colocan bancos de piedra. El corregidor Pedro Lapuente las amplió con nuevos espacios en 1817. Hasta 73 olmos se han contabilizado en ellas, en las que también hay 86 plataneras y 55 cipreses de Monterrey. Álamos negros y blancos, jacarandas, ciprés común y ciruelo de flor son otras especies que comparten espacio con adelfas, rosales, rosas del Pacífico, yucas, madroños y aligustres, entre otros.
“No sólo estamos hablando de una línea de ejemplares paralela a la trama urbana que será soterrada, ya que también se verán afectados los ejemplares de los cruces que forman parte de la estructura de este espacio arbóreo de la ciudad. Se hizo una petición que no han atendido y ahora la planteamos con más rotundidad. Es una exigencia para evitar lo que puede dañar gravemente no sólo a las Alamedas, sino al centro de Lorca”, ha asegurado.
Gil Jódar ha anunciado que “vamos a solicitar, nuevamente, que se incluya dentro de las partidas económicas contempladas en el proyecto constructivo del soterramiento del ferrocarril el importe necesario para financiar nuestro plan ‘Escudo Verde’. Estas labores permitirían el tratamiento previo para preparar los árboles con la finalidad de posibilitar su trasplante bajo las mejores condiciones posibles, evitando que los lorquinos perdamos un recurso de nuestro patrimonio natural urbano. Estos ejemplares, tras su debida protección, podrían ser trasladados a otros enclaves de la ciudad, de tal forma que se impediría su tala, seguirían vivos y serían reubicados en parques y zonas verdes que se prevén crear no sólo en la ciudad y sus barrios, sino también en las pedanías”.