Región de Murcia
El IMAS destinó el pasado año 398.000 euros a la contratación de personas en riesgo de exclusión social
37 personas han sido contratadas en 17 entidades sociales a través de las ayudas para Programas de Integración Sociolaboral
La Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, a través de las Ayudas para Programas de Integración Sociolaboral (APIS) del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS), destinó el pasado año 398.000 euros a la contratación de personas en riesgo de exclusión social.
En concreto, a través de estos programas 17 entidades sociales contrataron a 37 personas de este colectivo. De ellas, el 59 por ciento son mujeres, el 35 por ciento, beneficiarias de la Renta Básica de Inserción o de Ayuda Periódica de Inserción y Protección Social, y un 65 por ciento había participado en un itinerario individualizado de inserción a través del programa de mejora de la empleabilidad financiado por el IMAS.
“La Renta Básica de Inserción, los programas de mejora de la empleabilidad y los APIS se complementan para alcanzar el objetivo de la incorporación al empleo de las personas en riesgo de exclusión social, lo que constituye un claro ejemplo de armonización de políticas de lucha contra la pobreza y la exclusión”, explicó la directora gerente del IMAS, Raquel Cancela.
Se valoraron 150 propuestas de candidatos y se seleccionó a 28 personas derivadas desde los Programas de Empleabilidad y a nueve procedentes de los Servicios Sociales de Atención Primaria. El proceso de selección de candidatos se realizó en estrecha coordinación con todos los centros de servicios sociales y con las entidades que desarrollan los programas de mejora de la empleabilidad, además de con las entidades solicitantes. Del total de contrataciones, nueve fueron renovaciones efectuadas con cargo a la convocatoria de 2019.
El periodo de contratación oscila entre 6 y 10 meses, y en un 38 por ciento de los casos, por causas generalmente relacionadas con la conciliación familiar y laboral, la jornada es parcial. En los últimos meses del contrato se promueve la utilización de los recursos normalizados de empleo y formación, en el marco del Protocolo de coordinación para la inserción sociolaboral de personas en riesgo o situación de exclusión social entre Servicios Sociales, Empleo y el Tercer Sector firmado en noviembre de 2017.
De las 37 personas contratadas, 23 están acreditadas en el Servicio Regional de Empleo y Formación (SEF), lo que permite una discriminación positiva a favor de estas personas en riesgo de exclusión en el acceso a los recursos de formación y empleo.
Un 65 por ciento de las personas contratadas no ha titulado en ESO, lo que limita considerablemente su acceso a los recursos de formación y empleo. Ello condicionaba las categorías laborales en las que podían ser empleadas, generalmente en puestos como auxiliar de limpieza o lavandería, a los que accedieron 13 personas; peones varios, con 10 contrataciones; o cuidadores, con 9. Asimismo, tres personas accedieron a la categoría de ordenanza, una a auxiliar de ludoteca y otra a auxiliar administrativo.
En cuanto al lugar de procedencia de las personas empleadas a través de este programa, en su mayoría son del municipio de Murcia (13), seguido de Alcantarilla (7) y Cartagena (3). También proceden de Cehegín, Cieza, La Unión y Lorca (con 2 participantes por localidad) así como Alguazas, Archena, Ceutí, Lorquí, Totana y Yecla (con una persona contratada por municipio).
Se trata de contrataciones que contribuyen a mejorar las competencias personales, sociales y laborales, a proporcionar una experiencia en el mercado laboral, a la adquisición de hábitos laborales y al incremento de los niveles formativos y de cualificación profesional, y por tanto a aumentar sus posibilidades de acceso a un empleo posterior.
Ayudas para Programas de Integración Sociolaboral
Las Ayudas para Programas de Integración Sociolaboral (APIS) se constituyen como una medida de acción positiva destinada a incentivar la contratación laboral de personas en situación o riesgo de exclusión social.
Las personas que se contratan presentan dificultades añadidas respecto al resto de desempleados en general, por la confluencia de otros indicadores de riesgo de exclusión que condicionan y limitan su acceso al empleo. Además, les sitúan en situación de desventaja social y laboral, por lo que es necesario complementar las acciones formativo-laborales encaminadas a la inserción laboral con otras actuaciones destinadas a prestarles apoyo para superar las dificultades.
Estas contrataciones culminan el proceso de incorporación al empleo iniciado con el desarrollo de itinerarios individualizados de inserción. El elevado porcentaje de personas que previamente han participado en un programa de mejora de la empleabilidad financiado por el IMAS es, según indicó la directora gerente del IMAS, “significativo, en tanto que muestra un trabajo y esfuerzo importante ya sea por parte de las entidades que desarrollan los programas como por parte de las propias personas candidatas que se han estado formando y preparando para el acceso al empleo”.