Última hora: ¡Nos atacan los marcianos!

EL LORQUINO 30-10-2015 | “Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de última hora procedente de la agencia Intercontinental Radio. El profesor Farrel del Observatorio de Mount Jennings de Chicago informa de que se ha observado en el planeta Marte algunas explosiones que se dirigen a la Tierra con gran rapidez… Continuaremos informando”.

Después de este comunicado, la orquesta que, supuestamente, tocaba desde el Hotel Meridian Plaza, volvía a escucharse, pero sería interrumpida de nuevo en varias ocasiones para continuar informando sobre el aterrizaje de unos extraños objetos de los que salían unos seres que venían de Marte y empezaban a atacar a los humanos. Casi una hora después del inicio de tan extraña y apocalíptica retransmisión, el reportero que narraba los acontecimientos desde un pequeño pueblo de Nueva Jersey, “moría” en directo, finalizando así la emisión.

Fueron unos 12 millones de personas las que sucumbieron al pánico y se aterrorizaron mientras duró la famosa dramatización de La guerra de los mundos de H.G. Wells. Unos 12 millones de personas que aquel 30 de octubre de 1938 entraron en estado de alerta y salieron a la calle, abandonando sus hogares, colapsando carreteras y medios de comunicación, para huir o enfrentarse a los invasores de Marte.

En plena Gran Depresión, un joven Orson Welles realizó la dramatización más recordada en la historia de la radio al adaptar la obra de H.G. Wells y narrarla como si se tratara de una noticia de última hora en directo. El caos no pudo ser mayor, a pesar de que al principio de la emisión se comunicaba el hecho de que era una ficción, pero, o bien no fue escuchado, o no se le hizo el caso suficiente a la discreta advertencia.

Cuando todo se supo, el pueblo pedía la cabeza de Welles y éste no tuvo más remedio que pedir perdón a todo el mundo por aquella “pequeña broma” de Halloween. Una broma que podía haberle costado muy caro, no obstante la fama del actor y director subió como la espuma, algo que demostraría tres años después con Ciudadano Kane, convirtiéndose así en director de culto.

Redacción: Fernando Cabrera. Periódico EL LORQUINO.