Historia y patrimonio
Murcia: La muralla del aparcamiento de La Glorieta recupera su esplendor
Los trabajos de rehabilitación han consistido en la limpieza e impermeabilización de los restos y en la instalación de nueva iluminación. Ballesta anuncia la recuperación inmediata del tramo de muralla de la calle Sagasta porque “conservar nuestras raíces es parte fundamental de nuestro proyecto de ciudad”.
Murcia recupera una parte más de su historia. Ya han finalizado las obras de rehabilitación de la muralla existente en el aparcamiento de La Glorieta, que esta mañana ha visitado el Alcalde, José Ballesta, acompañado por los concejales de Educación, Relaciones con Universidades y Patrimonio, Rafael Gómez, y de Empleo, Turismo y Cultura, Jesús Pacheco.
Los trabajos han consistido en la limpieza, señalización e iluminación, ya que los restos arqueológicos, situados en el segundo sótano del aparcamiento, estaban afectados por la contaminación ambiental y la humedad. El presupuesto invertido en esta recuperación ha ascendido a 36.000 euros.
“Conservar nuestras raíces y nuestro patrimonio forma parte fundamental de nuestro proyecto de ciudad”, ha dicho el Alcalde en la presentación de este fragmento recuperado de la muralla que rodeaba la ciudad de Murcia desde Verónicas hasta San Juan, al tiempo que ha anunciado la intención del Ayuntamiento de acometer cuanto antes la recuperación del tramo de muralla de la calle Sagasta.
Además de señalar la relevancia indudable de recuperar y rehabilitar el patrimonio, el Alcalde se ha referido a la trascendencia de poner en valor estos elementos que, en su conjunto, contribuyen a reforzar la atracción turística. En este sentido José Ballesta ha recordado que uno de los objetivos establecidos para estos próximos cuatro años es doblar el número de visitantes y para ello “es fundamental llevar a cabo actuaciones como esta y mejorar las infraestructuras de acceso a la ciudad para que puedan venir más turistas” por carretera, vía ferroviaria -para lo que es fundamental la alta velocidad- y aérea.
Baluarte defensivo
La limpieza, que se ha realizado de forma manual, ha permitido eliminar el hollín incrustado a lo largo del tiempo. A continuación, se ha aplicado una capa impermeabilizante para conservar los restos y se han consolidado los paramentos de la muralla.
La intervención se ha completado con la instalación de una nueva iluminación con proyectores que alumbran todo el tramo, incluyendo una luz de color al muro de hormigón armado de la pared, con el fin de que sirva de marco expositivo.
Además, los trabajos han incluido el pintado de este muro de hormigón y la barandilla del sótano primero, en la zona adyacente a la muralla, la limpieza del pavimento del aparcamiento y la mejora de la cartelería informativa existente. Con esta actuación se busca también retardar cualquier deterioro que pudieran originar los distintos factores de afección.
Este tramo de la muralla islámica, de 24 metros de longitud, está compuesto por un bastión o baluarte defensivo de planta rectangular con un lienzo de antemuralla a cada lado. Construido en el siglo XII, está formado por un tapial de hormigón de cal y formaba parte del sector meridional del sistema defensivo de la ciudad, ubicándose en su proximidad la denominada Puerta del Sol, demolida en el siglo XIX y que daba acceso a uno de los ejes principales de la ciudad islámica.