Se admiten a trámite dos querellas contra un conocido asesor laboral-fiscal de Lorca

El Juzgado de  Instrucción Número Dos y el Juzgado de Instrucción Número Cinco, ambos de Lorca, mediante Auto de fecha 21 de mayo de 2.015 y Auto de 3 de julio de 2.015, respectivamente, han admitido a trámite las querellas interpuestas por dos empresarios de Lorca, antiguos clientes de una asesoría que se encuentra ubicada en una céntrica calle de Lorca por prácticas presuntamente delictivas.

Los hechos se remontan a los años 2.010 a 2.012, y en sendas querellas se denuncia el engaño sufrido por los clientes por actuaciones dolosas  llevadas a cabo de forma personal por el asesor fiscal-laboral J.M.G.F..

En la primera de ellas, una empresa dedicada al sector del transporte en Lorca, el querellado suscribió en nombre de la empresa querellante, unas actas de conformidad con la Agencia Tributaria Administración de Lorca, sin que nunca supiera de su existencia, no habiéndole dado noticia alguna, falsificando supuestamente las firmas del cliente en la autorización necesaria, actuando por ende sin su consentimiento lo que provocó unos perjuicios superiores a los 20.000 euros enterándose el cliente de lo ocurrido al solicitar certificados de estar al corriente en la Agencia Tributaria.

En el otro caso, se denuncia por una mercantil radicada en Almería el engaño sufrido al pedirle el citado asesor un dinero que se le fue entregado para realizar un pago a la Agencia Tributaria y liquidar así la reclamación y expediente que según él le había aperturado la Agencia Tributaria y que a continuación se procedería a archivar el mismo. Ante la ausencia de justificantes, a la mercantil querellante no le quedó otra que personarse en la Dependencia de Gestión Tributaria de Almería, solicitando así copia del expediente y cuál fue su sorpresa, al descubrir la resolución que había puesto fin al referenciado expediente con fecha de expedición anterior a la solicitud del dinero por el querellado a sabiendas, según afirma en su querella la empresa querellante, de que dicho expediente estaba cerrado sin sanción o liquidación económica alguna, aprovechándose de la falta de conocimientos de la empresa, pidiendo la suma económica para sí, engañándole de tal modo y obteniendo un lucro económico importante, 4.500 euros.

En consecuencia, el asesor querellado incumplió con cualquier deber básico de lealtad, actuando por su cuenta y riesgo, y sin la más mínima autorización de los clientes, de una manera dolosa.