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¿Y si Cervantes sí hubiera conocido a Shakespeare?

Cultura

¿Y si Cervantes sí hubiera conocido a Shakespeare?

Fernando Cabrera. Periódico EL LORQUINO. 22/04/2016 

El 23 de abril se celebra en todo el mundo el día del libro. Este año, sin embargo, parece tener un carácter más marcado que otros, pues se cumplen 400 años justos del suceso que da el carácter festivo a esta fecha. 400 años que murieron los dos mayores autores de su propia lengua: Miguel de Cervantes y William Shakespeare.

cervantes y shakespeare

Lo cierto (y siento ser un poco aguafiestas) es que ni Miguel ni William murieron en tal día de 1616. En el caso de nuestro insigne novelista, y padre del valeroso hidalgo don Quijote de la Mancha, murió el día anterior al que ha pasado a la historia (22 de abril) y por la parte del dramaturgo inglés, sí murió el día 23, pero eso según el antiguo calendario juliano. En Inglaterra, en aquellas fechas, no se había instaurado el nuevo calendario gregoriano que más de medio siglo antes había instaurado el Papa Gregorio XIII (que sigue vigente en el mundo entero), sustituyendo al que había promovido el mismo Julio Cesar en el 46 a.C. Por lo que en realidad, Shakespeare murió el 3 de mayo, cuando Cervantes ya llevaba muerto varios días. Manteniendo al margen esta salvedad, la UNESCO decidió que el día 23 sería el día del libro, pues que mejor día que el que “morían” dos de los más ilustres literatos de las dos grandes potencias que controlaban el mundo en el Siglo de Oro.

Dos grandes autores que marcaron un antes y un después en el mundo literario, sentando las bases del moderno inglés y el moderno español. Dos grandes que nunca llegaron a tener una conexión entre sí y que quizá nunca supieron el uno del otro. ¿O sí? Existe una película dirigida por Inés París (Miguel y William, 2006) en la que se juega con la idea de que Cervantes (al que daba vida Juan Luís Galiardo) y Shakespeare se conocieron y se sintieron atraídos por la misma mujer. Al margen de esta ficción, quizá pudo existir un pequeño nexo que uniera a ambos escritores en la vida real. Teniendo en cuenta que Inglaterra y España eran enemigos acérrimos en aquella época, resulta difícil que Miguel y William hubieran coincido en algún momento.

Pero, sin embargo, hay un dato que nos dice que, al menos Shakespeare, sí conoció la obra de Cervantes. Hay constancia de que en algún momento el inglés (o alguno de sus colaboradores) escribió una obra de teatro llamada Cardenio. Obra de la que no existe ni una sola línea, pues puede que desapareciera en un incendio junto con otras tantas. La misteriosa Cardenio estaría basada en un capítulo de la primera parte del Quijote en la que aparecía un personaje llamado Cardenio, que tras sufrir los devaneos y sinsabores del amor, decidió exiliarse a la montaña como un ermitaño, donde se encontraría con los simpares Sancho y don Quijote. ¿Pero cómo conoció el dramaturgo inglés la obra del Manco de Lepanto? Pues hay un momento histórico en el que se podría haber realizado dicho encuentro en un marco oficial en el que ambos escritores eran los más insignes de sus respectivas patrias.

Tras una guerra de casi veinte años que había enfrentado a España e Inglaterra, en 1604 se firma un pequeño tratado de paz, y un año después se legalizó este pacto en Valladolid, donde se encontraba la capital de España y donde se realizó un encuentro oficial intercultural. En aquel año, la primera parte del Quijote de Cervantes ya había sido publicada y era una obra de sobra conocida y que levantaba revuelo en todas partes.

A partir de aquel momento en el que no se sabe con exactitud lo que pudo pasar ni quien acudió a aquel encuentro, la cultura española se puso de moda en Inglaterra. Se sabe que en aquel entonces, Cervantes vivía en Valladolid y ¿quién nos dice que no acudió el mismísimo William Shakespeare junto con la comitiva inglesa? Siendo el mayor representante de las letras inglesas, no sería nada raro y puede que muy probable.

Es posible que ambos llegaran a tener un pequeño encuentro en la Corte en ese 1605 y que allí obtuviera una copia original en castellano del Quijote. No existió una versión en inglés hasta 1612, año en que ya había salido la segunda parte del Ingenioso Hidalgo. El caso es que nunca se sabrá si se pudo producir tal encuentro en Valladolid entre los dos escritores más grandes de sus respectivas naciones.

Dos naciones enfrentadas que por un tiempo encontraron un nexo amistoso: la literatura. Y en aquel mundo tan extraño, era de esperar que esos dos grandes tuvieran algún nexo en común, y no podía ser otra cosa que su propio fin. Aunque, como hemos dicho, no ocurriera en día 23, ni el de uno ni el de otro. Así que Feliz día del libro y que nunca se pierda esta sana costumbre de amar las letras, porque estaríamos escupiéndonos a nosotros mismos.

Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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