La realidad de los juegos de rol, afición cada vez más de moda

No hace tantos años existía una gran cantidad de prejuicios contra el rol, hasta el punto de hacérselo pasar mal a los aficionados que solo buscaban disfrutar de un hobbie divertido e imaginativo

Por suerte, los tiempos cambian y esta clase de resistencia que algunos sectores manifiestan contra cualquier cosa que huela a nuevo, siguiendo el dañino instinto de tener miedo a todo lo que nos resulta poco conocido, ha ido debilitándose, como siempre ocurre. En la actualidad los juegos de rol, que nunca perdieron su público, están viviendo un repunte gracias, por un lado, al interés y la apertura de los que se acercan de nuevas al rol, y a los medios que ponen las nuevas tecnologías para que los veteranos que tuvieron que dejarlo puedan volver a disfrutar de su afición.

Ante este fenómeno, hemos querido hablar con los especialistas de https://juegosdemesayrol.com/ acerca de los prejuicios que los roleros tuvieron que sufrir no hace demasiado tiempo, y de cual es el auténtico ambiente en que se practica este hobbie. Sus respuestas han sido de lo más ilustrativas, por lo que seas rolero o no, estamos seguros de que este artículo te resultará interesante y, esperamos, útil.

Esos malditos prejuicios

Vamos a quitarnos primero de en medio la parte desagradable y hablar de por qué esta clase de ideas son erróneas, en este caso y en otros muchos. Dejando de lado el “argumento” (por llamarlo de algún modo) de que algo es “raro” son más, porque no hay por dónde cogerlo, vamos a comentar los presuntos males de que se acusó al rol, y que suelen ser los que se usan contra toda nueva afición o subcultura.

No vuelve a las personas antisociales. Esta es muy habitual: decir que un determinado gusto, hobbie o estilo de vestir va a hacer que la persona se aísle, cuando lo que ocurre es que la misma gente que dice eso intenta aislarla. Aficiones, preferencias y estilos no apartan per sé a nadie de nada, al contrario, les permite conocer a gente con la que se sientan cómodos. Y esto no les hará dejar de lado a otros, a no ser que esos otros les muestren rechazo. Cualquiera, si le dan a elegir entre un grupo de personas que no le juzgan y con las que se lo pasa bien, o un grupo de personas que le pone mala cara y le excluye, se quedará con el primero.

Esta clase de ideas son especialmente peligrosas cuando hablamos de adolescentes, quienes en muchos casos aún están desarrollando su confianza y habilidades sociales, lo que lleva a gran parte de ellos (aunque no a todos) a sentir un profundo miedo al rechazo. Si lo que reciben es simpatía tanto de quienes comparten sus gustos como de quienes no, es cierto, probablemente se acerquen antes a los primeros, pero esto les aportará la confianza para acercarse a los segundos. Un entorno sano y una actitud sana tienden a generar respuestas sanas, y todos somos responsables de tratar como es debido a los demás.

En el caso del rol, es aún más absurdo, ya que este hobbie conlleva de manera intrínseca interacción, colaboración, comunicación e improvisación, todo lo cual ayuda a mejorar las habilidades sociales, en especial las de niños y adolescentes.

No hace que las personas sean más violentas o conflictivas. Esta también la hemos oído acerca de casi todo: rol, videojuegos, música, películas… Parece que cualquier cosa nueva (nota: las cosas nuevas surgen cuando hay progreso de algún tipo) va a conducirnos de vuelta a la Edad de Piedra. Un tanto contradictorio, ¿no? Es como decir que los avances médicos van a hacer que nos muramos más.

Hay una cuestión que algunos tienen dificultades para comprender: la ficción es ficción. Alguien que interpreta un personaje en una representación teatral o película, no va a seguir siendo ese personaje fuera del escenario o con la cámara apagada. Y si lo hace, no será culpa del teatro o el cine, sino que esa persona específica tendrá un problema con el cual necesita ayuda. Entonces, ¿por qué se acusa al rol de provocar estados mentales alterados? Sencillo, es lo mismo que ocurre con la música heavy, con el rap, con los videojuegos…alguien que padece un problema diagnosticado casualmente los escucha o juega (o ni siquiera, porque ha habido casos en que esto era mentira), y resulta que hay quienes ven más relación con el hobbie que con el trastorno. No hace falta ser matemático para darse cuenta de que hay mayor incidencia de episodios violentos entre quienes sufren esquizofrenia paranoide aguda que entre quienes juegan a la xbox.

Además, cuando uno interpreta a alguien diferente de sí mismo, lo que aprende es a ponerse en el lugar del otro. Se desarrolla la empatía, al estimularse la comprensión hacia los demás. Y cuanto más empático eres (y gracias a ello mayor inteligencia emocional posees) más difícil te resulta ser cruel o violento con los demás.

¿Cuál es el verdadero ambiente rolero?

Aquí la explicación nos sorprendió por lo fácil de resumir que era: el mismo ambiente que hay donde se practica cualquier otro hobbie. Así de sencillo. La mayoría de gente rolea porque es divertido, y los que no, lo hacen porque les ayuda. Porque les ayuda a tener más confianza, a socializar, a mejorar su empatía, o en cierto modo como terapia emocional.

En el rol imperan la cordialidad y las ganas de pasarlo bien. Ayuda a ello que esta afición sea profundamente social, así como el hecho de que no se trata de un divertimento competitivo, sino colaborativo. No se busca ganar a toda costa, sino interpretar un personaje y crear una historia junto a los demás. A grandes rasgos, podemos considerarlo una combinación entre la improvisación teatral y el juego en equipo. Incluso cuando los personajes se enfrentan entre sí, los jugadores en ningún momento son rivales. Al contrario, son guionistas y partícipes de grandes historias adaptadas a lo que desean experimentar, conocer y aprender, y que solo funcionan cuando todos trabajan juntos.

Fuente consultada: https://juegosdemesayrol.com/