Andalucía
Hallan restos fenicios del puerto de Cádiz en la reconstrucción de una taberna flamenca
En el mismo lugar donde cantaron los grandes del flamenco, desde Lola Flores a Camarón, en la Cueva del Pájaro Azul, templo subterráneo en los años 60 y 70 en Cádiz para saborear el duende flamenco, han aparecido restos de un muro fenicio y los encargados de reconstruir esta taberna creen que se trata de restos del puerto en época fenicia.
“El hallazgo ha sido una gran sorpresa para todos y da a este lugar un enorme valor porque nos permite conocer una de las estructuras más importantes de la ciudad de Gadir, como su puerto y restos de lo que pudo ser un dique o un astillero”, explica a EFE un emocionado Germán Garbarino quien, junto a Pedro Fernández Quirós, ha dirigido este proyecto.
El hallazgo se ha producido en el número 39 de la calle San Juan de Cádiz, junto a la Catedral gaditana, en medio de las obras para recuperar la histórica taberna flamenca de la Cueva del Pájaro Azul, que en los años 60 creó Manuel Fedriani hasta convertirla en un lugar esencial de la ciudad para los amantes del flamenco y por el que pasaban los nombres más importantes.
La empresa Gadium Mercator S.L resultó en 2017 adjudicataria del proyecto promovido por el Ayuntamiento de Cádiz para rehabilitar integralmente la Cueva del Pájaro Azul, espacio con protección etnográfica, para reabrirla como establecimiento de hostelería y espectáculos culturales.
“La idea es recuperar la esencia de aquella taberna en esa cueva que tantos momentos especiales vivió, que reunió a los más grandes, aunque luego degeneró también como un establecimiento de mala reputación”, relata Garbarino.
La obra comenzó en esa cueva, pero la sorpresa fue cuando apareció un muro del puerto de Gadir y una serie de estructuras portuarias excavadas en la propia roca ostionera de la de Kotinusa, la más alargada de las dos islas que conformaba la ciudad fenicia y en la que se encontraba la zona religiosa y portuaria.
Esta estructura portuaria tiene 1,80 metros de alto y una longitud de 5,60 de largo, con cuatro hileras de sillares, y ha sido estudiada por los arqueólogos Juan Miguel Pajuelo y Francisco Javier Ramítez, quienes la sitúan como uno de los cantiles del puerto de Gadir en en el siglo IV y III antes de Cristo.