Pliego
Investigan a un conductor de una hormigonera por superar cinco veces la tasa máxima de alcoholemia
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha investigado al conductor de una hormigonera de 26 toneladas, al que se le ha instruido diligencias como presunto autor de delito contra la seguridad vial, por superar cinco veces la tasa máxima de alcoholemia. La actuación se inició debido a que el vehículo se vio implicado en un accidente de circulación en Pliego.
Los hechos tuvieron lugar en el camino vecinal El Juncal, término municipal de Pliego, cuando una patrulla de Motoristas del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Caravaca, que se encontraban realizando servicio de vigilancia de la seguridad vial, recibieron el aviso de un accidente de circulación consistente en la salida de vía y posterior vuelco y caída por un desnivel de un camión hormigonera de 26 toneladas de masa máxima autorizada.
Una vez en el lugar del accidente, los guardias civiles apreciaron que, externamente, el conductor del vehículo -varón, de 50 años y vecino de Murcia- aparentaba claros síntomas de haber ingerido sustancias incompatibles para la conducción, por lo que fue requerido para someterse a las pruebas preceptivas de detección de alcohol en las que arrojó resultado positivo de 0,75 y 0,82 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, en sendas pruebas reglamentarias que se le practicaron, quintuplicando con ello la tasa máxima permitida, que en el caso de conductores profesionales es de 0,15 mg/litro.
Ante estas circunstancias, el conductor del vehículo hormigonera, que se dirigía desde un polígono industrial de Murcia a descargar hormigón en una obra que se estaba realizando en Pliego, fue investigado como presunto autor de delito contra la seguridad vial, por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, al superar con creces las tasas establecidas, siendo puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Mula (Murcia), para la celebración del correspondiente juicio rápido.
El vehículo siniestrado quedó volcado sobre su lateral izquierdo en un desnivel del terreno, tras haber perdido su conductor el control en una rampa, por lo que tuvo que ser rescatado por una grúa de gran tonelaje.
La Guardia Civil sigue reiterando su mensaje a aquellos conductores que de forma imprudente y temeraria, a pesar de las campañas y advertencias de la Dirección General de Tráfico (DGT), conducen después de haber bebido alcohol o tomado drogas.
Les recuerda que, sin perjuicio de la realización sistemática y permanente de controles de los desplazamientos de vehículos para verificar el cumplimiento de las limitaciones establecidas por la declaración del estado de alarma, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sigue desarrollando su actividad específica de vigilancia de la seguridad vial durante las 24 horas del día, en especial en aquellas actividades de mayor riesgo, donde se practicarán las preceptivas pruebas de alcoholemia y drogas a todos los conductores que sean denunciados por la comisión de infracciones, implicación en accidentes o aquellos otros en que se detecte su consumo en el curso de otras actividades de vigilancia e inspección que se lleven a cabo.
Estas actuaciones tienen la finalidad de concienciar a los ciudadanos de la incompatibilidad de estas sustancias con la conducción, dada la merma de reflejos y capacidades que para el control de los vehículos suponen, y garantizar así la seguridad vial en nuestras carreteras, evitando, de esta forma, la producción de accidentes de circulación y las graves consecuencias, que como en este caso pudieran haber acarreado, apelando a la concienciación cívica de los ciudadanos para no ponerse al volante en estas condiciones, sobre todo por parte de los conductores profesionales.
Por otro lado, la Guardia Civil de la Región de Murcia quiere hacer un llamamiento a la población para que avisen a los teléfonos 062 (Guardia Civil) o 112 (Emergencias) o directamente a las patrullas en servicio, cuando se encuentran con situaciones anómalas o maniobras irregulares que den lugar a pensar que los conductores lo hacen bajo la influencia de alcohol o drogas, con la finalidad de poder adoptar las medidas policiales oportunas para que estos vehículos sean interceptados y comprobado si sus conductores se encuentran en las condiciones adecuadas para circular con garantías de seguridad, evitando el consiguiente riesgo.