Murcia da el último adiós a los 13 fallecidos en las discotecas de Las Atalayas (Murcia)

«Emotiva misa funeral en la Catedral de Murcia en memoria de las 13 víctimas del incendio en Las Atalayas»

Más de 300 personas se congregaron este miércoles por la tarde en la Catedral de Murcia para asistir a la misa funeral en memoria de las 13 víctimas mortales del incendio que tuvo lugar en las discotecas de la zona de ocio de Las Atalayas en la capital de la Región. La ceremonia fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes.

Familiares y amigos de las víctimas se reunieron en un emotivo servicio religioso, acompañados por el obispo, el arzobispo emérito de Burgos, Francisco Gil, el deán de la Catedral, el vicario general y los vicarios de Murcia y Caravaca-Río Mula, además de una decena de sacerdotes.

Diversas autoridades estuvieron presentes en el evento, incluyendo la portavoz del Gobierno de la Nación y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez; el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo; el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras; el delegado del Gobierno, Francisco Jiménez; el jefe superior de Policía Nacional en Murcia, Ignacio del Olmo; la presidenta de la Asamblea, Visitación Martínez, y el alcalde de Murcia, José Ballesta, acompañados por miembros de la Corporación municipal.

En su homilía, el obispo citó los nombres de las 13 víctimas y se dirigió a los familiares, expresando su respeto y cercanía en un momento de «dolor tan grande». Hizo hincapié en que Dios también estuvo presente con las víctimas y que los presentes en la misa «os llevamos en el corazón». El obispo ofreció palabras de consuelo y esperanza, recordando que «Dios abrirá ventanas de esperanza» y que «nuestros 13 hermanos van a resucitar y vivir». El obispo Lorca Planes concluyó la ceremonia alentando a los allegados de las víctimas a «seguir fiándose de Dios con fe».

Tras la misa, el obispo entregó 13 rosas blancas, una por cada persona fallecida en el trágico incendio, a los familiares en un gesto simbólico de despedida.