Lorca
La Virgen del Rosario procesionaba por las calles estrechas y empinadas de Coy
Cientos de vecinos de la pedanía de Coy (Lorca) alumbraban la pasada noche de sábado su camino con velas en una noche gélida en la que no faltaban los tradicionales fuegos artificiales que asombraban a propios y extraños.
Cuando aún no se habían apagado los ecos de los cánticos de Pascua llegaban las fiestas patronales de Coy. Y lo hacían en un invierno frío que recuerda a los de antaño -decían los mayores del lugar- que señalaban las chimeneas humeantes de los tejados que estos días no cesan.
Tradiciones y costumbres se rememoraban estos días en los que no faltaban los bailes, la cuerva y los ‘Gatos’. Y los fuegos artificiales que en la noche de este sábado se lanzaban en honor a Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Coy.
La imagen era procesionada a hombros por un nutrido grupo de jóvenes de la pedanía que la mecían al ritmo de las cornetas y tambores de la banda del Santísimo Cristo de la Sangre, del Paso Encarnado, antes de ser devuelta a su iglesia. Mientras, repicaban las campanas de la torre campanario de la iglesia de San José, erigida en el año 1722, siendo Papa Inocencio XIII y obispo de la Diócesis Luis Belluga y Moncada.
El templo se quedaba pequeño para acoger a lugareños y visitantes que recibían a la Virgen del Rosario mientras su párroco, Daniel Aparicio, iniciaba un rezo al que todos se sumaban.
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