Martín Alberto Girona Muñoz- Doctorando en Ciencia Política por la Universidad de Murcia.

A lo largo de estos cuatro años de legislatura me he planteado en varias ocasiones dejar los estudios, no por capricho, sino porque a un contexto ya de por sí negativo hay que sumarle el duro golpe que supuso para mi economía las reformas del PP en materia educativa.

Pues bien, en este artículo me he propuesto cuantificar desde la llegada al gobierno de Mariano Rajoy, ceteris paribus, el aumento en el coste asumido de mi carrera universitaria.

Empezaré por el final, a mí que la mayoría de españoles eligiera en las elecciones de 2011 a este señor me ha costado más de 9.000 euros (1,5 millones de las antiguas pesetas), renunciando por el camino a tener un vehículo propio o a irme de alquiler con mi pareja.

Aumento de los requisitos para obtener una beca y subida de tasas universitarias

Cuando Mariano Rajoy conquistó la Presidencia del Gobierno allá por el año 2011, yo me encontraba cursando la Licenciatura de Ciencias Políticas en la Universidad de Murcia. Pronto comenzaron las reformas, o mejor dicho, comenzaron los recortes. A las cosas hay que llamarlas por su nombre, como dijo Rajoy de una forma poco ortodoxa en una entrevista de Televisió de Girona “un vaso es un vaso y un plato es un plato”.

El 20 de abril de 2012 se aprobó por Consejo de Ministros el Decreto Ley de Medidas Urgentes de Racionalización del Gasto Público en el ámbito educativo, que supuso un notable incremento de las tasas de matrícula universitarias para el siguiente curso académico. Cuando aún estábamos asimilando el golpe que implicó esta noticia, en junio de ese mismo año muchos estudiantes vivimos con desaliento como el Ministro de Educación José Ignacio Wert anunciaba unos nuevos criterios para solicitar la beca general universitaria del curso académico que comenzaba 3 meses después (sin dejar apenas tiempo de reacción).

En mi caso, que hasta ese momento tenía una nota media de 6,12 y más de un 80% de los créditos superados (cumpliendo sobradamente los requisitos anteriores), me quedé a las puertas de cumplir con el nuevo criterio fijado en un 6,5 de nota media y el 90% de créditos superados, por lo que perdí la beca general del ministerio para estudiantes universitarios del año siguiente y dejé de ingresar mis primeros 2.800 euros.

En este artículo tendré en cuenta que el importe asignado por la beca es el mismo que mi gasto durante el curso, cosa que no es descabellada si tenemos en cuenta que al no recibir la cuantía de la beca tuve que hacer frente a los diversos gastos que acarrea estudiar en la universidad fuera del municipio de residencia: 175 euros mensuales de una habitación compartida (más gastos de luz y agua), compra de libros y  fotocopias, coste de conferencias y congresos, etc. A todos estos gastos hay que añadir que al ser denegada la beca se debe abonar el pago de la matrícula, lo que supuso un desembolso adicional de 750,15 euros, por cierto un 53% más caro que antes de la subida de tasas de abril de 2012.

Tras terminar la licenciatura en Ciencias Políticas, y tras mucho dudar, decidí continuar con mis estudios y realizar el Máster Universitario en Desarrollo Local. Mi nota media de acceso fue de 6.56, por lo que otra vez resultaba insuficiente para conseguir la beca según el endurecimiento de los requisitos que se produjo en 2012 y que subía el hasta el 7,00 la nota necesaria para la beca de los másteres no habilitantes (la gran mayoría). El perjuicio ocasionado por la privación de esta beca asciende a 2.637 euros, a los que se deben sumar los 2.487,60 euros que debí abonar de la tasa de matrícula.

En la actualidad estoy matriculado en el programa de doctorado en Ciencia Política. En esta ocasión no hay relación directa entre la no obtención de la beca y las reformas del PP, pero lo que si se ha notado es el incremento de 401,62 en el precio público de la matrícula (actualmente 475,62 euros mientras que antes de la subida de tasas apenas costaba 74 euros).

Se detalla a continuación el perjuicio económico en relación a mi carrera universitaria sufrido durante los cuatro años de legislatura del Partido Popular:

La recuperación económica del PP. Financiación de la carrera universitaria.

En este periodo he podido comprobar cómo mi calidad de vida, y la de mi familia, ha disminuido de una forma vertiginosa por hacer el esfuerzo de mantenerme en la universidad.

Debo resaltar que durante la mayor parte de mi carrera universitaria he estado empleado en trabajos parciales, pero ahora al verse reducida la financiación pública universitaria he tenido que obtener muchos más ingresos para sufragar mis gastos de estudiante. Me imagino que mucha gente se habrá dado cuenta que al estar trabajando, es mucho más difícil obtener una nota media más alta. A lo que hay que añadir que existen otras muchas circunstancias que pueden obstaculizar temporalmente un mayor rendimiento sin que ello implique necesariamente que esa persona sea mal estudiante. Las condiciones de partida de cada estudiante dependen de su contexto.

Para demostrar mi nivel de ingresos, quiero mostrar aquí mi última declaración de la renta. 

Foto 1. Declaración de la renta presentada en el año 2014, donde aparecen unos ingresos totales inferiores a 4.000 euros (en 2015 no tuve obligación de presentar el borrador debido a los bajos ingresos). 

Perjuicio económico sufrido por la llegada de Mariano Rajoy

Para que el lector se haga una idea de lo que me ha costado estudiar con Mariano Rajoy, creo que es conveniente hacer una recopilación de los resultados. Por un lado el incremento de gasto que he debido hacer frente para pagar mi carrera universitaria tras las reformas del PP se ha estimado en unos 9.000 euros. Mis ingresos anuales medios, siendo generosos, se sitúan en torno a los 4.000 euros, por lo que mis ingresos totales en estos cuatro años de gobierno del PP apenas alcanzan los 16.000 euros. A modo de resumen, el 56,25% del total de mis ingresos en esta legislatura ha ido destinado a pagar el incremento de mis gastos universitarios a consecuencia de las reformas del PP.

Como se puede comprobar en el gráfico, mi capacidad económica se ha visto más que mermada tras las reformas de racionalización del gasto universitario del PP. Y yo tengo la suerte de haber podido continuar mi carrera universitaria, mucha, muchísima gente no puede decir lo mismo.

Si continúa la misma política educativa tengo más o menos claro dónde vamos a llegar, a una sociedad donde solo puedan estudiar una pequeña élite o los hijos de la gente pudiente, ellos por supuesto con todas las facilidades y bajo unos baremos muchos más flexibles en las universidades privadas.