Un total de 21.262 personas estaban afectadas por alguna enfermedad congénita en la Región de Murcia, según datos del Sistema de Información de Enfermedades Raras de la Dirección General de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano, dependiente de la Consejería de Sanidad, registrados hasta el 31 de diciembre de 2013.

Del total de afectados, un 92,3 por ciento de los afectados presentaban alguna anomalía congénita, lo que supone una tasa de 133,8 casos por cada 10.000 habitantes, siendo el 51,9 por ciento de ellos varones y un 48,1 por ciento mujeres.

La Consejería de Sanidad ha facilitado estos datos con motivo del Día Mundial de las Anomalías Congénitas que se celebra mañana jueves, 3 de marzo, para sensibilizar y concienciar sobre la incidencia y la repercusión de este tipo de patologías.

Los datos muestran que las enfermedades cardíacas y circulatorias representaban un 19,4 por ciento de estas anomalías, las genitourinarias un 18,2 por ciento, las digestivas un 13,9 por ciento y las del sistema nervioso un 5,1 por ciento, mientras que se registraron como ‘otras anomalías’ un 43,4 por ciento de estas enfermedades.

En cuanto a la edad, más de la mitad de afectados eran menores de 30 años. En concreto, la edad media de las personas con anomalías congénitas del sistema nervioso fue inferior a 27,4 años, mientras que en los pacientes con anomalías congénitas genitourinarias es de 41,8 años.

Las anomalías congénitas son un subtipo de enfermedades congénitas. Se trata de defectos de nacimiento, trastornos congénitos o malformaciones que repercuten sobre el desarrollo morfológico, estructural o funcional de un órgano. Esta anomalía puede originarse durante la vida intrauterina y puede ser detectado durante el embarazo, tras el parto o en un momento posterior de la vida.

Dentro de las Enfermedades Raras, son el grupo de anomalías congénitas las que ocupan el primer lugar de frecuencia, con un 26 por ciento, sin observarse diferencias significativas entre hombres y mujeres.

A nivel mundial, se estima que cada año nacen más de ocho millones de niños con una enfermedad congénita y anualmente fallecen unos 276.000 recién nacidos durante las primeras cuatro semanas de vida por esta causa. De este modo, las anomalías congénitas constituyen la primera causa de mortalidad infantil en muchos países.

Además, las anomalías congénitas pueden ocasionar discapacidades crónicas, de gran impacto en la vida del enfermo y en su entorno. Por ello, “es necesario apostar por un abordaje integral y por la prevención de las mismas”, destacó la consejera de Sanidad, Encarna Guillén.

Prevención

La consejera Encarna Guillén subrayó que “algunas de las anomalías congénitas se pueden prevenir con medidas como la vacunación, la ingesta suficiente de ácido fólico y yodo a través de alimentos básicos o con complementos, así como favoreciendo que las mujeres gestantes eliminen el consumo de sustancias nocivas”.

En este sentido, Guillén recordó que desde el sistema sanitario regional se están impulsando diversas acciones para promocionar los estilos de vida sanos y saludables durante el embarazo.

El origen de las anomalías congénitas puede ser atribuible a un origen genético, infeccioso o ambiental, aunque en un 50 por ciento de los casos no es posible llegar a establecer su etiología.

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