Ana Martínez Perán. Periódico EL LORQUINO. 09/05/2016
Reclama una indemnización de 95.000 euros al Servicio Murciano de Salud (SMS) tras ver reducido notablemente el tamaño de su pene al someterse a una operación para corregir la curvatura.
Los hechos ocurrieron en un hospital de Murcia en octubre de 2011 cuando el paciente, de 56 años, su sometió a una intervención quirúrgica para corregir la curvatura que le impedía realizar el acto sexual.
Su abogado, en la demanda planteada comenta que «se utilizó como técnica para corregirla la corporoplastia, sin que le explicaran las alternativas ni que esta técnica era beneficiosa para hombres con grados menores de curvatura, pero que no se recomienda en individuos con curvatura importante, ya que produce un acortamiento del pene».
A su vez expuso que el demandante «nunca fue informado de que sufriría tan magna reducción tras someterse a la intervención quirúrgica, pues, de haberlo sabido, parece evidente que habría declinado su realización».
La cantidad de 95.000 euros se ha fijado con referencia al baremo que se utiliza en accidentes de tráfico. En dicha cantidad se incluye la desestructuración del pene, perjuicio estético importante, trastorno ansioso-depresivo, que exigió tratamiento psiquiátrico, y el perjuicio económico.
Por su parte, el SMS cuenta con varios informes en el expediente abierto, uno de ellos redactado por el cirujano que llevó a cabo la operación, y en el que se alega «desgraciadamente, una desviación tan severa como la que presentaba este paciente, con una desviación aproximada de 90 grados, conlleva una cirugía correctora con mayor plegamiento del tejido peneano y, por consiguiente, un mayor acortamiento del pene» -y añade- «se utilizó una cirugía estándar para esta patología, e incluso en el consentimiento informado se refleja que no existe ninguna alternativa eficaz a esta técnica».
Otro informe aportado al expediente de responsabilidad patrimonial señala que «las personas que padecen este problema de curvatura peneana muy pronunciada prefieren someterse a la operación, aun a sabiendas de que tendrán como consecuencia indeseada el acortamiento del miembro viril pero con ello se les posibilita una mayor calidad de vida sexual que la que tenían antes».