Cultura
El gran DIOs del heavy metal
Fernando Cabrera. Periódico EL LORQUINO. 16/05/2016
Cuando uno va a un concierto de rock o heavy lo más normal es que durante las canciones, dejándose llevar por el impresionante ambiente y la fuerza de la música, uno alce la mano y extienda los dedos índice y meñique a modo de cuernos. Muchos lo usan de una manera frívola, incluso pensando que no tiene mayor significado, pero todos esos se equivocan. Estos cuernos son uno de los legados que nos dejó el que quizá sea el mejor cantante de heavy metal de la historia, Ronnie James Dio.
Ronnie James Dio nació allá por 1942 en Estados Unidos, aunque era de ascendencia italiana, y desde muy joven ya formaba parte de distintas bandas más orientadas al Rythm & Blues, que poco a poco fueron endureciéndose hasta llegar al rock que sonaba en los 70 con su última banda antes del gran salto, Elf (elfo). El nombre de este grupo se debía a que el más alto del grupo era el propio Ronnie, que rondaba por 1,60.
Pero este grupo, en el que destacaría por ejemplo la canción Hoochie Koochie Lady, fue visto por algunos miembros de los inmortales Deep Purple durante los primeros años de los 70 y se convertirían en una especie de padrinos para ellos, pudiendo ir de teloneros en muchos de sus conciertos. El difícil, pero genial, guitarrista de Deep Purple, Ritchie Blackmore, vio algo en Elf que le llamó mucho la atención; quizá una ambientación muy medieval y fantástica, un toque muy del clasicismo que hizo que Blackmore hiciera un experimento con ellos. De ahí surgió un pequeño trabajo que, se suponía, no iba a llegar más allá de eso y que recibió el nombre de Ritchie Blackmore’s Rainbow, pero el hecho de que el guitarrista dejara Deep Purple y que el disco lanzado fuera un éxito, hizo que Rainbow se convirtiera en una de las bandas clásicas del rock de los 70 y convirtiera a Dio en uno de los mejores vocalistas del momento.
Pero nada es eterno, y muchas veces el dinero prima sobre la calidad, y Rainbow quiso adoptar un tono más comercial y Ronnie James Dio no lo iba impedir, pero tampoco iba a participar en ello. Dejó la banda en 1978, con temas inmortales a sus espaldas como Long live rock and roll, Stargazer, Gates of Babylon o Man on the Silver Mountain y pronto pasaría a formar parte del padre del heavy metal, Black Sabbath. Su entrada en Black Sabbath en 1979 no fue demasiado fácil, pues el cantante original, el mítico y loco Ozzy Osbourne, le advirtió que si llegaba a cantar las canciones Paranoid o Iron Man en el escenario, él mismo le mataría. Una vez salvado el tema de la amenaza de muerte promulgada por Ozzy, Dio insufló a la banda un nuevo aire que consiguió sacarla de su estancamiento musical y llevarla a un nuevo heavy metal más moderno y agresivo, con una temática más ligada a la fantasía y menos lúgubre o escatológica como lo fue la época de Ozzy, aunque sin dejar de lado todo lo que hizo famosa a la banda. Sólo tres discos de estudio realizaría Dio con dicha banda, uno de ellos en 1992, y un directo, pero dejaría una marca inextinguible en Black Sabbath, marcando una época en el grupo y que crearía distintos fans entre el momento Ozzy o el momento Dio, al igual que pasaría con la banda Van Halen (Época David Lee Roth o época Sammy Haggar).
En el 83 sacaría su primer trabajo con su nueva banda, llamada simplemente Dio, y que estaba enfocada a un heavy mucho más rápido y agresivo, futuro indiscutible del power metal, y que seguía en su línea de enfocarse a temas mitológicos y fantásticos. En este momento se registran algunos de sus mayores éxitos como Holy Diver, Stand up and Shout, Killing the dragon, We Rock, Evil Eyes, o Rainbow in the dark. Desde el 83 hasta el 2006, con sólo una pausa para grabar Deshumanizer con Sabbath en 1992, Dio cantó al heavy metal como sólo él sabía hacerlo, con su potente voz que podía adoptar un tono melódico o desgarrador en el momento preciso y se convertiría en La Voz del Heavy Metal, siempre entregándose por completo en el escenario, esgrimiendo la mano cornuta que él mismo popularizó en el mundo del heavy.
Un símbolo de significado supersticioso que su abuela italiana empleaba para quitar el mal de ojo. Un símbolo que muchos atribuían al satanismo de una forma completamente errónea y que era el más puro símbolo de la larga vida al rock and roll. En 2006, tras acabar su última gira con su banda Dio, decidió volver con sus viejos compañeros de Black Sabbath, que adoptaría otro nombre, Heaven and Hell, como el primer disco que grabaron juntos allá por 1980. En 2009 sacaron un nuevo trabajo con esta formación, The devil you know.
El primero de esta “nueva” banda y el último. A finales de 2009 se sabe que Dio tiene cáncer, ese maldito mal que se ha impuesto acabar con todo lo que se mueve sobre la Tierra. Un mal que no sabe de ricos y pobres, porque le da igual todo. Ni el dinero es capaz de hacer nada la mayoría de las veces. Ya lo hemos visto en muchísimos casos en los que famosos artistas fallecen por culpa de este mal a pesar de que pudieron tener unos medios muy superiores a los del resto de la gente. A pesar de todo, Dio siguió cantando con Heaven and Hell, porque poco a poco iba mejorando, pero un 14 de mayo de 2010, ingresaba por última vez en el hospital y se conocía que el final estaba próximo. Muchos de sus fans de toda la vida, que en ese momento eran amigos y compañeros de oficio, esperaban en el pasillo del hospital el terrible desenlace, que llegó, inevitablemente, el16 de mayo.
El 16 de mayo de 2010 moría el poseedor de la mejor voz que entonó el heavy metal en el mundo. Murió la persona pero no la voz, porque sería imposible encarar el mundo del rock y el heavy sin la presencia de Dio. Dijo adiós con la mano en alto y extendiendo los dedos índice y meñique. Cuando saquéis los cuernos en un concierto de rock ya sabéis a quien le debéis el gesto.