Entrevista al mentalista Toni Bright

Ana Belén Miñarro. Periódico EL LORQUINO. 26/08/2016

Toni Bright, ilicitano y reputado mentalista, ha dejado boquiabiertos a los cientos de espectadores murcianos que este verano han contemplado en directo sus dotes como efectista capaz de “adivinar” la sucesión de cifras de un número de lotería o de moldear a voluntad rígidos utensilios de cocina previamente comprobados por el público. Hoy Toni Bright nos habla en “El Lorquino” de su “modus operandi” (que no de sus secretos) para llevar a cabo sucesos imposibles de digerir para el público de a pie…

En primer lugar , ¿qué es un mentalista?

Un mentalista es un mago de la mente, que se sirve de conocimientos en PNL, hipnosis, habilidades sociales, la sugestión y la psicología. Nuestra base es la mente, trabajamos con efectos o juegos (no me gusta usar la palabra truco) respecto a lo que el otro está pensando.

¿Qué papel juega la psicología en todo esto?

Te daré un ejemplo; sólo la forma de estrechar la mano ya me da información sobre la persona que sube al escenario; si es fuerte, si es dócil, si es extrovertida… Así puedo preveer su forma de participar en el espectáculo.

¿Y cómo empezó a interesarse por el mundo del mentalismo?

Cuando era niño, vi una actuación de Anthony Blake con un vaso que se me quedó clavada. No le encontré ningún sentido a lo que vi, y no podía parar de darle vueltas al asunto . Recuerdo que aquella noche no pude dormir. Él fue el que hizo que me gustara el mentalismo.

Entonces, ¿Él ha sido su referencia?

Sí, mi referencia, que no mi maestro, porque maestros no he tenido, para bien o para mal… ¡Yo me lo guiso, yo me lo como!

¿Cómo se ha formado en esta disciplina?

He sido del todo autodidacta; las escuelas de mentalismo no existen, ni en España ni en el extranjero. Y, en el día a día, se necesita mucho esfuerzo, disciplina y dedicación, muchos contactos, buscar sitios de ensayo… ¡La gente no se imagina lo difícil que puede llegar a ser preparar este tipo de espectáculos!

Supongo que le habrán pasado muchas cosas curiosas encima del escenario…

¡Uf, podría escribir varios libros! Por ejemplo, hace varios años, tuve problemas con una llave doblada, que su dueño quería que desdoblara después del juego… Acabó interviniendo la policía. Muchos espectadores me piden que vaya a su casa para llamar a los espíritus, pero yo eso nunca lo hago. Es sólo una parte de mi actuación.

El espiritismo es un tema espinoso… ¿no teme herir sensibilidades ni que lo acusen de jugar con los sentimientos de las personas?

Que va, al contrario. De hecho, a mí el tema del espiritismo no me gusta demasiado, pero lo hago porque el público me lo exige…Incluso, después del espectáculo, mucha gente viene a darme las gracias y me dicen que se han emocionado y que ha sido una experiencia muy bonita. Yo siempre digo que la gente crea lo que quiera, lo que le haga feliz; ni sí, ni no, ni lo contrario.

¿En qué criterios se basa para elegir los juegos que forman parte de sus espectáculos?

Ante todo, tienen que ser muy impactantes y sorprendentes, pero también participativos y divertidos. El humor es importante, porque también hay niños entre nuestro público, y si todo es muy serio al final se hace aburrido; pero sin pasarse, claro, porque no tenemos intenciones cómicas.

Este verano ha hecho varias actuaciones en nuestra Región, entre ellas en las fiestas de La Parroquia (Lorca) y en el Auditorio Infanta Elena de Águilas. ¿Qué impresión se lleva del público murciano?

También estuve anteriormente en La Clásica, de Águilas, y en el teatro Guerra de Lorca, el pasado diciembre . Estoy muy agradecido y tengo mucho aprecio por el público de esta tierra, lo da todo y aquí siempre se me ha tratado de lujo. Además, el viernes 26 de agosto actuaré en el teatro Capitol de Cieza y, en octubre, en el teatro Romea de Murcia, junto con otros cómicos, en una gala solidaria a favor de una amiga afectada con una de las denominadas enfermedades raras. Os esperamos.