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Usos y tipos de compresores. ¿Realmente son necesarios?

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Usos y tipos de compresores. ¿Realmente son necesarios?

Cuando pensamos en adquirir una nueva herramienta, ya sea para nuestro hogar o para nuestro negocio, un paso previo muy importante es el de evaluar si realmente nos servirá para el trabajo que deseamos llevar a cabo y, por lo tanto, si es necesaria su compra. En el caso de los compresores, conocer los tipos que existen en el mercado y sus posibles usos nos ayudará a decidir si lo necesitamos o no. Y, en caso afirmativo, a elegir el mejor.

COMPRESORES, QUÉ SON Y PARA QUÉ SIRVEN

Un compresor es una máquina o aparato que suministra aire comprimido. Su función es la de incrementar, por medios mecánicos, la presión de un determinado fluido. Este fluido puede ser de tipo gaseoso como, por ejemplo, el aire, o de tipo líquido como el agua, la pintura o el barniz.

Si nos surge la duda y nos preguntamos si realmente necesitamos un compresor, es importante saber que, gracias a su uso, podemos ahorrarnos un tiempo y esfuerzo precioso. Tareas y trabajos que, a primera vista, resultan fatigosos pueden resolverse de manera exitosa gracias a este tipo de máquinas de aire comprimido.

Los compresores nos permiten hinchar neumáticos (de bicicleta o automóvil), así como colchones y otros objetos inflables. También sirven para aplicar pintura, laca o barniz tanto en pequeñas como en grandes áreas. Así mismo, se utilizan para trabajar sobre todo tipo de superficies duras, realizando trabajos que conllevan picar o triturar piedra, taladrar, atornillar, lijar, grapar, clavar clavos, realizar remaches o poner grapas.

TIPOS DE COMPRESORES QUE EXISTEN EN EL MERCADO

En el mercado actual, existe una gran oferta de compresores de varias capacidades y tamaños (con tanques de 60, 50 y hasta 100 litros). Según su capacidad, podemos utilizar el compresor para un uso doméstico o más profesional.  Entre las diferentes marcas ofertadas, destacan los compresores de aire Stanley por ser muy eficientes y por poseer un precio muy económico. Estos solventarán con éxito todas las necesidades de presión y aire comprimido que podamos tener.

Dentro de las diferentes tipologías y en función de la fuente de alimentación que necesitan, existen dos categorías principales de compresores: los que funcionan a través de una fuente de energía eléctrica y los que lo hacen gracias a un motor de gasolina. Conocer las características de cada uno de ellos es muy importante si queremos acertar con nuestra y obtener los mejores resultados:

Compresores eléctricos

Los compresores eléctricos son aparatos que, a través de un motor eléctrico, pueden aumentar la presión del aire con niveles que superan la presión atmosférica. Los compresores eléctricos son los preferidos por los usuarios debido su facilidad de uso y su versatilidad ya que sirven tanto para trabajos de pintura y carpintería como para tareas de tipo industrial para las que se requiere el uso de más fuerza.

En el mercado existen compresores eléctricos de diversas potencias y tamaños. Según su fuente de alimentación los compresores se dividen en monofásicos y trifásicos. Los primeros se alimentan de corriente de una sola fase. Estos se utilizan para tareas de reparación y ensamblaje. Los trifásicos se alimentan de energía trifásica y, por su gran potencia, se utilizan en entornos industriales y para accionar herramientas neumáticas de gran calibre.

Compresores portátiles

Dentro de los compresores eléctricos podemos encontrar la variante portátil. Los compresores portátiles tienen una alta demanda de compradores. ¿El motivo?: la facilidad con la que se puede transportar, su gran versatilidad y su bajo consumo energético. Los compresores portátiles se utilizan para tareas semi profesionales o de tipo doméstico (pintar una habitación, barnizar un mueble…) en las que no se necesita de mucha presión de aire.  

Compresores pequeños o mini compresores

Los mini compresores están muy solicitados para trabajos que necesitan de una logística ligera. Existen dos variantes: los que funcionan a 220v y se conectan a un enchufe doméstico y los que necesitan una corriente de 12v (la de las tomas de mechero de los automóviles). Los compresores mini no poseen tanta potencia como los de tamaño estándar. Son ideales para inflar balones, juguetes, ruedas y para perforar y cortar materiales de poca densidad y dureza.

Compresores de gasolina

Los compresores de gasolina, como su nombre indica, funcionan con gasoil o gasolina. Estos son mucho más potentes que los eléctricos y se usan, sobre todo, en fábricas, talleres, naves y otros entornos de tipo industrial. Los compresores de gasolina no necesitan conectarse a la luz con lo que son ideales para trabajar al aire libre o en zonas en las que los cortes de luz son frecuentes.   

QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA ANTES DE ELEGIR UN COMPRESOR

Si, finalmente, vemos que necesitamos un compresor es importante tener en cuenta una serie de aspectos para que nuestra inversión nos resulte lo más rentable posible. Lo primero es tener claro el caudal de aire que necesitaremos para realizar nuestro trabajo. Y es que, a mayor caudal de aire más presión realizará el compresor. De nada nos servirá un compresor mini con si lo que queremos es, por ejemplo, pintar una fachada.

Así mismo, debemos saber qué fuente de energía tendremos disponible (si hay posibilidad de conectarse a la red eléctrica o no) y el lugar en el que lo utilizaremos (al aire libre, en un entorno cerrado…).

Ahora que ya conocemos los tipos existentes y los usos que se le pueden dar a un compresor sólo nos queda decidir cuál necesitamos. Elegir el más adecuado nos brindará toda la ayuda que necesitamos.

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Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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