España dice adiós a uno de sus escritores más significativos: Antonio Gala

El aclamado dramaturgo, novelista, poeta y ensayista Antonio Gala ha fallecido a la edad de 92 años en la ciudad de Córdoba. La triste noticia fue confirmada por el Patronato de la Fundación Antonio Gala y la familia a través de un comunicado. El legado del autor perdurará para siempre, y los ciudadanos tendrán la oportunidad de despedirse en la capilla ardiente instalada en el salón de actos de la Fundación Antonio Gala, que estará abierta desde las 10:00 hasta las 17:00 horas del día siguiente.

La familia y el Patronato expresaron su profundo pesar al comunicar el fallecimiento de su querido maestro y fundador, quien dejó este mundo durante la madrugada del 28 de mayo. Antonio Gala ha sido uno de los autores más leídos y reconocidos en lengua española, tanto en España como en el extranjero. Su personalidad compleja, gran elegancia y vasta cultura lo convirtieron en un escritor, dramaturgo, poeta y ensayista destacado.

Nacido en Brazatortas (Ciudad Real) el 2 de octubre de 1936, Antonio Gala consideró a Córdoba, donde vivió gran parte de su vida, como su hogar adoptivo. Esta ciudad andaluza tuvo una influencia significativa en su obra y es el lugar donde se encuentra la fundación que lleva su nombre.

Desde una edad temprana, Gala mostró su talento como escritor. A los cinco años, escribió un relato corto y a los siete, su primera obra teatral. A los 14 años, ya impartía una conferencia en el Círculo de la Amistad de Córdoba. En 1951, ingresó en la Universidad de Sevilla para estudiar Derecho y, al mismo tiempo, se matriculó por libre en Madrid en Filosofía y Letras, así como en Ciencias Políticas y Económicas.

Durante sus años universitarios, publicó sus primeros poemas en revistas de la época, como Escorial, Platero, Cántico, y fundó dos revistas: Aljibe y Arquero de Poesía, junto a Gloria Fuertes y Julio Mariscal Montes.

Después de obtener su licenciatura, Gala comenzó oposiciones para abogado del Estado, siguiendo el deseo de su padre, pero abandonó en el segundo año. En los años siguientes, vivió en Jerez de la Frontera y Córdoba. Posteriormente, regresó a Madrid, donde impartió clases de Filosofía e Historia del Arte en distintos colegios para subsistir. En 1962, se trasladó a Italia, donde residió durante casi un año.

A estas alturas, Antonio Gala ya había escrito su libro de poemas «Enemigo Íntimo» (1959), por el cual recibió un accésit en el Premio Adonais de Poesía. En la primavera de 1963, al regresar a España, recibió el premio «Las Albinas» por su relato «Solsticio de Verano». Ese mismo año, en julio, se le concedió el Premio Nacional Calderón de la Barca por su comedia «Los Verdes Campos del Edén». Así comenzó una larga y fructífera carrera como dramaturgo, durante la cual escribió obras como «Anillos para una dama» (1973) o «Petra Regalada» (1980).

Con la partida de Antonio Gala, el mundo de las letras y las artes lamenta la pérdida de un talento excepcional y una figura destacada en la cultura española. Su legado literario y su contribución al teatro perdurarán en el tiempo, recordando siempre su pasión por las palabras y su inigualable estilo.