Lorca
Misa de acción de gracias para el que será el primer lorquino Santo de la historia: El Beato Pedro Soler
La iglesia de San Cristóbal acogía en la noche de este jueves una Misa de Acción de Gracias presidida por el obispo de la Diócesis de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, por la próxima canonización, en la Plaza de San Pedro del Vaticano por parte del Papa Francisco, del Beato Pedro Soler.
La celebración contó con la presencia del alcalde, Fulgencio Gil Jódar, y una amplia representación de miembros de la corporación municipal, entre los que estaba la edil de Presidencia, Rosa María Medina Mínguez; y la edil de Urbanismo, María Hernández Benítez. A la ceremonia acudían el arzobispo emérito de Burgos, Francisco Gil Hellín; el vicario episcopal de Lorca, Francisco Fructuoso Andrés; los que fueron párrocos de San Cristóbal, Eduardo Sánchez Carrasco y Maximiliano Caballero Caballero; y el actual titular de la parroquia, Regúlo Cayuela. La misa estuvo presidida por una escultura del beato lorquino Pedro Soler, cedida generosamente para la ocasión por la familia García Mínguez.
El obispo de la Diócesis de Cartagena se mostraba emocionado por la masiva presencia de vecinos «del puente pa cá», pero también de la ciudad, del barrio de San Diego… Durante su intervención dijo estar lleno de un inmenso gozo porque al grupo conocido como ‘Mártires de Damasco’, que fueron declarados beatos, «ahora estén en el camino de ser santos». Recordaba que en la iglesia de San Cristóbal «vivió su fe y fue bautizado en su pila bautismal». El beato Pedro Soler, añadía, «quería dar a conocer la luz del evangelio y alcanzó la gloria a causa de su fe. Entregaron sus propias vidas a causa de la fe. Les mataron, pero no les quitaron la vida, mientras seguían el estilo de vida de San Francisco». Y significaba que el beato Pedro Soler «nació hace casi 200 años y es un lorquino del ‘puente pa cá'», a la vez que aportaba que Lorca podría tenerlo como copatrono. «Menudo copatrono podría tener Lorca junto a San Clemente. Imagináis que pudiera ser, aunque tendría que ser la voluntad de todos».
Al término de la misa se daba a besar la reliquia del futuro santo y los asistentes recibían una estampita del beato en la que se indicaba que será canonizado el próximo año en la Plaza de San Pedro del Vaticano y que incluía una frase del lorquino: «Agradar a Dios, recibiendo todo de su soberana voluntad».
El alcalde agradecía la celebración y señalaba que «cada vez estamos más cerca de que este lorquino, del barrio de San Cristóbal, rabalero, un ejemplo de vida, se convierta en una figura universal».