Lisboa vive una de sus jornadas más negras después de que el emblemático funicular de la Gloria, uno de los transportes turísticos más populares de la capital portuguesa, descarrilara este miércoles causando 15 muertos y 18 heridos, cinco de ellos en estado grave.

El accidente se produjo a las 18:05 horas locales, cuando el ascensor descendía de forma descontrolada por la empinada calçada da Glória, cerca de la plaza de los Restauradores, hasta chocar violentamente contra un edificio. Testigos aseguran que el vehículo bajaba “desenfrenado” y sin frenos antes de estrellarse.

Equipos de bomberos y sanitarios se desplazaron rápidamente al lugar y trasladaron a los heridos a varios hospitales de Lisboa. Las imágenes muestran al funicular destrozado en la base de la calle y rodeado por una gran humareda.

Las autoridades portuguesas han mostrado su consternación. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa y el primer ministro Luís Montenegro expresaron su solidaridad con las víctimas y anunciaron la apertura de una investigación para esclarecer las causas. Por su parte, el alcalde Carlos Moedas declaró: “Lisboa está de luto”.

El funicular de la Gloria, inaugurado en 1885 y declarado monumento nacional en 2002, conecta el centro de la ciudad con el Barrio Alto. No es la primera vez que sufre incidentes: en 2018 se registró otro fallo técnico, aunque sin víctimas. Trabajadores habían denunciado en los últimos años problemas en el mantenimiento de este histórico transporte, gestionado por la empresa concesionaria MAIN desde 2022.

La Avenida da Liberdade permanece cerrada al tráfico mientras continúan las labores de investigación y retirada de los restos del vehículo.