Desayuno de IU con protesta: vecinos de Lorca denuncian abandono y falta de diálogo municipal

Izquierda Unida Lorca ha celebrado este martes su tradicional desayuno navideño con la prensa con un formato poco habitual: cediendo todo el protagonismo a los vecinos de distintos barrios y pedanías del municipio para que expusieran, en primera persona, los problemas que arrastran desde hace años sin solución por parte del Ayuntamiento.

El encuentro tuvo lugar en el bar El Momo, en el barrio de San Cristóbal, y contó con la presencia del portavoz municipal de IU, Pedro Sosa, y del coordinador local, Pepe Murcia, quienes explicaron que el objetivo del acto era “dar un baño de realidad” a quienes, en el debate del presupuesto municipal de 2026, han acusado a la formación de estar desconectada de la situación real de Lorca.

Durante la comparecencia, representantes vecinales del Portijico, Avenida Europa, Torrecilla, Avenida de las Fuerzas Armadas, Casco Antiguo, San Cristóbal, Almendricos y las pedanías altas coincidieron en denunciar el abandono de sus zonas, la repetición año tras año de los mismos problemas y la ausencia de partidas presupuestarias específicas en las cuentas municipales de 2026 para atender necesidades urgentes.

Desde el barrio de San Cristóbal, Fermina Ré, presidenta de la Asociación de Vecinos Rabaleros, alertó del aumento de la inseguridad ciudadana tras una oleada de robos y agresiones, así como del “eterno bloqueo” de las infraestructuras sanitarias prometidas, como el Centro de Salud de San Cristóbal, que sigue sin ejecutarse.

En representación de la Asociación Nueva Avenida Europa, Belén Benavente denunció la falta de alumbrado público, la reducción de la intensidad lumínica a partir de medianoche y el mal estado de parques y zonas verdes, que quedan inutilizables durante semanas tras episodios de lluvia.

Uno de los testimonios más contundentes fue el de Ezequiel López, portavoz de una comunidad de propietarios de la Avenida de las Fuerzas Armadas, que lleva más de una década reclamando la solución a graves problemas de saneamiento derivados de los terremotos de 2011. A pesar de pagar el canon correspondiente, las viviendas sufren retornos de aguas fecales y riesgos estructurales, sin que el presupuesto de 2026 contemple inversión alguna.

También Isabel Sánchez, vecina de la calle Portijico, habló de “castigo y marginación” hacia una de las vías más emblemáticas del barrio, afectada por abandono urbano, inseguridad y ocupación de viviendas deterioradas desde hace más de diez años.

Desde la pedanía de La Torrecilla, Cayetano Padilla reclamó el asfaltado y arreglo de caminos rurales, especialmente el de la Boquera de Béjar, muy transitado por escolares y afectado por las escorrentías del polígono Saprelorca, una actuación que vuelve a quedar fuera de las cuentas municipales.

Por su parte, Alejandro Peñas, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, criticó la falta de comunicación con el Ayuntamiento y la inexistencia de procesos reales de escucha vecinal, además de reclamar la apertura del Parque de las Palas, remodelado pero aún cerrado al público.

Pedro Sosa cerró el acto lamentando la ausencia, por motivos laborales y de salud, de representantes de Almendricos y de las pedanías altas, que también querían denunciar el mal estado de carreteras, la falta de inversiones y el deterioro del patrimonio, como el acueducto histórico de Zarzadilla de Totana. “Hoy no hemos hablado nosotros; ha hablado Lorca”, concluyó el portavoz de IU, insistiendo en que los presupuestos de 2026 “vuelven a dar la espalda a los problemas reales de los vecinos”.