Internacional
Si viajas a Reino Unido tendrás que estar 14 días en cuarentena obligatoria
El Reino Unido impone desde ayer lunes una cuarentena obligatoria de 14 días a todas las personas que lleguen al país. La medida, para evitar los casos importados de coronavirus, es más estricta que la que se exige a los propios enfermos de covid-19, que solo tienen que respetar 7 días de aislamiento.
El sector aéreo y turístico han puesto el grito en el cielo. Varias aerolínes han emprendido medidas legales contra el gobierno de Boris Johnson, pues consideran que el efecto será «devastador sobre la industria del turismo y destruirá miles de puestos de trabajo en esta crisis sin precedentes».
Multa de 1.000 libras a quienes se la salten
Aquellos que se salten la medida serán sancionados en Inglaterra con 1.000 libras de multa (unos 1.107 euros), según anunció el pasado 22 de mayo la ministra británica de Interior, Priti Patel, aunque Escocia, Gales e Irlanda del Norte -el resto del Reino Unido- han establecido sus propias sanciones.
A su llegada al país vía avión, tren o ferry, los viajeros, incluyendo a los ciudadanos británicos, deben cumplimentar un formulario en el que tienen que proporcionar sus datos de contacto, como la dirección en la que pasarán la cuarentena y su teléfono de contacto
La medida, que el Ejecutivo revisará cada tres semanas, contempla que agentes británicos realizarán visitas domiciliarias aleatorias para vigilar que esa norma se cumple.
Estarán exentos quienes lleguen desde la República de Irlanda, las Islas del Canal y la Isla de Man, así como algunos trabajadores, como sanitarios, transportistas y temporeros contratados para la agricultura.
También se recomienda a los viajeros que lleguen al Reino Unido a partir de hoy que conduzcan su propio vehículo hasta su lugar de destino, siempre que sea posible y, que una vez allí, no empleen transporte público ni taxis.
Durante la cuarentena, esas personas no podrán ir a trabajar, al colegio -en el caso de los menores- a lugares públicos ni recibir visitas.
El consejero delegado de la aerolínea de bajo coste Ryanair, Michael O’Leary, tildó la medida de «engaño político».
En declaraciones a la BBC, O’Leary opinó que «cualquiera podría estar en el supermercado, en la playa o jugando al golf en el improbable caso de que te llamara el ministerio de Interior. Todo lo que necesitas es un teléfono móvil.