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Gesta de Paco Ureña en Las Ventas‏

Tauromaquia

Gesta de Paco Ureña en Las Ventas‏

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Gesta de Paco Ureña, que corta una oreja y pierde la Puerta Grande por tercera vez consecutiva en Madrid

El torero lorquino compareció cogido con una cornada interna en la nalga derecha desde el lunes en Vic Fezensac (Francia) y recibió además dos tremendas volteretas que le dejaron mermado físicamente.

Amplia representación lorquina en Las Ventas, con un autobús de 68 personas fletado por el Club Taurino de Lorca y muchos aficionados en coches particulares.

22/05/2016. EL LORQUINO

Gran dimensión la ofrecida por el diestro lorquino Paco Ureña en su segunda y última comparecencia en la Feria de San Isidro de Madrid. Tras su buena actuación el pasado 11 de mayo, cuando, tras brindar uno de sus toros a los damnificados por los terremotos de Lorca, cortó una oreja de peso y perdió otras dos por el mal uso de los aceros, Madrid lo esperaba hoy, máxime cuando comparecía mermado de facultades por la cornada interna que recibió el pasado día 16 en Vic Fezensac, de la que no había querido operarse.
El lorquino recibió a su primer toro con magníficas verónicas y dos medias de cartel. El de Las Ramblas, que respondía al nombre de Taquillero y lucía pelo castaño chorreado, empujó en varas y fue un buen toro en la muleta, quizá un poco rebrincado al final del muletazo. Ureña lo entendió a la perfección, en una faena brindada a los familiares del novillero peruano recientemente fallecido Renatto Motta, y supo administrándole en todo momento los tiempos, toreándolo con mucha pureza y verdad, pese al viento. Series magníficas por el pitón derecho e izquierdo, cruzándose y colocándose a la perfección, destacando un cambio de mano, uno de pecho y uno del desdén sencillamente extraordinarios. Mató de estocada en todo lo alto, saliendo prendido de mala manera sin aparentes consecuencias y, cuando se olía a oreja, el toro escupió la espada y el torero se vio obligado a usar tres veces el descabello, esfumándose el trofeo, pese a lo cual recibió una fuerte ovación y se le pidió la vuelta al ruedo, que no dio.
Pasó a la enfermería y salió a matar al quinto, con una firme declaración de intenciones, al irse a recibirlo a la puerta de chiqueros. El toro, Testarudo de nombre, se le paró en la suerte y hubo de quitarse para librarse de un más que seguro percance, poniéndose luego a pies juntos y recibiéndolo por delantales muy jaleados. Apostó Paco por un toro por el que nadie daba un duro, brindándolo al público y dándolo todo en un toma y daca con un toro peligroso y con el viento, sacando una serie por la izquierda extraordinaria y de mucho mérito. Cuando el toro se vio podido, hizo por él y cuando lo tuvo a merced le dio una voltereta en la que le propinó un puntazo en el escroto que se unió a la cornada que arrastraba y a las dos palizas que llevaba. Las series siguientes fueron un ejemplo de heroicidad, entre el ¡ay! y el ¡uy! Tras un pinchazo, logró cobrar una buena estocada en lo alto de la que salió el toro rodado sin puntilla y la plaza pidió de manera unánime una oreja ganada a ley.
El resto de la corrida tuvo poca historia. En primer lugar saltó un toro de imponente presencia y reparado de la vista con el que El Cid anduvo desconfiado y con oficio. Mató de estocada baja y fue silenciado. El cuarto, un remiendo de Buenavista, fue un buen toro, y El Cid lo brindó al público, pero la faena se disipó entre un mar de dudas y no llegó a conectar con los tendidos. Mató de estocada habilidosa y fue silenciado.
Fortes, por su parte, sorteó en primer lugar un buen toro de Julio de la Puerta que sustituyó al de la ganadería titular, devuelto por su blandura de remos. El diestro malagueño lo brindó al público, pero no llegó a entenderse con el animal, que exigía muletazos por bajo y largos. Palmas para el toro y silencio para el torero. El sexto manseó, y poco pudo hacer el diestro más allá de justificarse. Silencio.
Cuando los aficionados salían de la plaza, muchos de ellos de Lorca, algunos viajando gratamente con el Club Taurino, únicamente se hablaba de la gran tarde de Paco Ureña y de su gran gesta. Confirmó Paco que es torero de Madrid, a la que rindió a sus pies. ¡Habemus torero!

Ficha-resumen del festejo:

Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid). Domingo 22 de mayo de 2016. Decimosexta de abono. Cuatro toros de Las Ramblas, primero, reparado de la vista, manso pero noble; segundo, bueno, palmas; quinto, peligroso y complicado pero con interés, ligeramente pitado; y sexto, manso; uno de Julio de la Puerta, tercero bis, bueno y aplaudido, sustituto del titular, devuelto por blando; y otro de Buenavista, cuarto, de buena condición, aplaudido.

Manuel Jesús “El Cid” (de azul pavo y oro), silencio y silencio tras aviso.
Paco Ureña (de rosa palo y oro), ovación con saludos tras aviso y petición de vuelta al ruedo y oreja.
Fortes (de grana y oro), silencio y silencio.

Entrada: Casi lleno en tarde soleada y fresca.

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Informa: Diego Antonio Reinaldos Miñarro, para Periódico El Lorquino

Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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