Los 80´ en la crisis del PSOE – Ginés Diaz Navarro

UNA DE LAS CAUSAS DE LA CRISIS POR LA QUE ESTÁ PASANDO EL PSOE PROVIENE DESDE LOS  ‘80

Ahora que nos hemos distanciado en el tiempo del epicentro de la crisis del PSOE y como exmilitante y nunca antisocialista quiero exponer una tesis por la que considero que el partido ha estallado por una contradicción con la que ha estado viviendo desde los años ochenta.

Las bases creen que están en un «partido de masas», donde las Asambleas Locales son soberanas mientras que los cuadros dirigentes han hecho lo posible por transformarlo en un «partido de cuadros», tanto es así, que han actuado estos años como si lo fuera. Cuando esos dos conceptos entraban en contradicción siempre ha perdido el primero y ha dado lugar a que se dieran de baja grupos de afiliados.


Todo el mundo sabía que mientras se trataban temas importantes dentro de las Asambleas y Congresos, donde se decidían los grandes temas era en un despacho pequeño, o en el bar de la esquina, entre tres o cuatro dirigentes y luego con una «habilidad» tremenda era eso lo que se aprobaba en las Asambleas y Congresos, todo el mundo lo sabía, pero nadie se atrevía a decirlo, nadie se atrevía a denunciarlo, porque siempre se encontraba con alguna barriga agradecida que le decía: ¿vas a cuestionar nuestro sistema de democracia interna, quieres decir que todos los que estamos ahí somos tontos y no nos enteramos de nada?. Se daban casos de pedir opinión a una Asamblea Local y luego el aparato decidir hacer lo contrario de lo decidido. Ahora ha vuelto a suceder pero en la era de las redes sociales.
El aparato, que funciona como un partido de cuadros, se ha enfrentado a la decisión de las bases al oponerse a un Secretario General elegido por Primarias, elegido por los militantes. Chocan frontalmente «un militante, un voto» con «la democracia representativa» necesaria para los cuadros. Muchos afiliados se consideran militantes y el “aparato” no los necesita, se conforma con afiliados que acudan cuando se les llame a hacer las tareas que se les indique, mientras ellos seleccionarán a los “más adecuados” para dirigir el partido y a los que han de ocupar los cargos institucionales, sean militantes o no.
Lo curioso es que los dos sistemas son democráticos, los dos sistemas son válidos, los ciudadanos vemos muy normal el funcionamiento del PP o C’s, pero son incompatibles organizativamente hablando, no pueden convivir en un mismo partido. Creo que esta es la base del debate que ha de producirse en el próximo Congreso si quieren salir con una cierta estabilidad mirando al futuro. Un camino u otro, aún quedan muchos militantes que apuestan por «un militante, un voto» y también los hay que piden que alguien les diga qué tienen que hacer… como veis, el problema no es sólo ideológico, el futuro del PSOE está en el aire.

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