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Isabel García Amador: “Mi libro cuenta el paso de la Lorca de emigrantes a la que recibe inmigrantes”

Cultura

Isabel García Amador: “Mi libro cuenta el paso de la Lorca de emigrantes a la que recibe inmigrantes”

Isabel García Amador: “Mi libro cuenta el paso de la Lorca de emigrantes a la que recibe inmigrantes”

Redacción: Ana Belén Miñarro. Periódico El Lorquino.

La escritora lorquina Isabel García Amador presentará el 13 de diciembre, en el Centro Cultural Jose María Campoy de Lorca, su nueva obra “Las casas que me habitan”. Bajo este sugerente título, la autora narra, en primera persona, y a través del poso que sus diferentes hogares dejaron en su vida, la interesante trayectoria de una joven de mediados del siglo XX que abandona la huerta lorquina con destino Francia, y que aprovecha las oportunidades de cultura, libertad y modernidad del país vecino para abrirse al mundo. En el trasfondo de su historia, la emigración; experiencia compartida por tantos y tantos lorquinos de aquella época,  que  fue origen de la actual riqueza de nuestro municipio, y que conforma la base este testimonio que Isabel García Amador lega a las nuevas generaciones de lorquinos.

Háblenos de su obra; ¿Qué nos vamos a encontrar en “Las casas que me habitan”?

Primeramente, es una obra narrativa. Es autoficción, una novela autobiográfica, ya que me inspiro en lo que he vivido, pero no es una mera biografía al uso; incluye también mucha reflexión filosófica. Sobre la temática, he tenido la suerte de moverme mucho, no solo por el municipio de Lorca, sino también por el mundo, a través de la emigración. Como tantos otros lorquinos, mis padres emigraron a Francia, y pasé mi adolescencia en Montpellier. La idea de esta novela nació de mis vivencias allí; quería enseñar a mi nieta de 15 años la realidad de Lorca, que ha pasado a ser pueblo de emigrantes a pueblo de inmigrantes. Los lorquinos, sobre todo los del campo nos íbamos en la década de los 60 y los 70 a Francia con una mano delante a otra detrás; y esas divisas que enviábamos a los bancos de Lorca son las que permitieron el desarrollo de nuestra ciudad, a través de los cebaderos y la agricultura intensiva, y es el origen de nuestra riqueza hoy en día.

Por otro lado, sí que se ha escrito mucho sobre la ciudad de Lorca, pero quizás desde una perspectiva más burguesa; creo que nadie salido del campo de Lorca había contado esta realidad hasta ahora, y esa puede ser mi aportación con esta obra.

El título, “Las casas que me habitan”, es muy sugerente. ¿A qué refiere, exactamente?

Es un título que me surgió antes que el libro. Alude a las casas que ha recorrido la autora a lo largo de toda su trayectoria vital; son casas reales en las que ha vivido, y que le han dejado tal poso en su interior, que son ellas, finalmente, las que le habitan a la autora. Yo soy un compendio de estas casas así que el título es tanto literal, como metafórico.

Están muy en auge los talleres de escritura creativa para perfeccionar la habilidad de la escritura. ¿Usted ha pertenecido a alguno de estos talleres o escuelas o ha aprendido a escribir de forma autodidacta?

No puedo decir que haya sido autodidacta, ya que he tenido dos grandes maestros y escuelas aquí, en Lorca. Desde jovencita tuve la vena literaria y me acerqué en Lorca a dos grupos relacionados con la escritura; hablo del “Grupo poético Espartaria” (que ahora mismo está celebrando su 25 aniversario) y donde ejercían los poetas de ciudad y sus alrededores, y del grupo “Asociación de amigos de la cultura”. Aquí había (y hay) grandes maestros de la literatura que me hicieron crecer y desarrollarme mucho en este ámbito.  Tuve mucha suerte de estar contacto con estas grandes personas y militantes culturales que estaban por el progreso y el avance de nuestra ciudad, en una época en que Lorca era una sociedad muy cerrada, y que han sumado mucho a mi vida.

¿Qué le aportó Francia, a nivel personal?

Imagínese; yo aquí, en Lorca bordaba con las monjas y a los 12 años llegué a Francia, que era un mundo de posibilidades. De hecho, llevo a Francia en mi corazón y considero que soy de educación francesa. Después de muchos años, volví a instituto donde estudié allí, invitada por el departamento de español, para leer mi poesía, y fue una experiencia muy emotiva. Pero yo volví a Lorca a los 19 años por propia iniciativa, ya que quería vivir la muerte del dictador en primera persona; me atraía mucho España y después de vivir en una sociedad tan liberal quise volver, una vez formada y en condiciones de trabajar.

¿Cómo fue la vuelta “al pueblo” después de pasar una adolescencia en una sociedad mucho más libre y avanzada?

Yo quise volver a Lorca, con todas sus consecuencias.  Allí viví una gran soledad y sí, me cerré a la nostalgia e idealicé mi tierra. No quise volver a Madrid o a Barcelona o a Murcia, sino a Lorca, a mi ciudad. Era muy consciente de todo lo que me había enriquecido, y quería desarrollar mi aportación y mis aprendizajes a la ciudad que me vio nacer.                            Nunca me arrepentí y mi vida discurrió aquí; ha sido una vida plena con todo lo que ello conlleva, tragedias incluidas. Pero sí, la vuelta fue un choque muy fuerte; me encontré con una Lorca rural, muy poco avanzada y yo ahora era diferente. Yo era joven, enseguida me enamoré y me casé; él había vivido en Barcelona, los dos éramos jóvenes y rebeldes y pudimos encarar la vida juntos. A pesar de la muerte del dictador, en Lorca aún quedaba mucho gris y mucho mentecato, pero nosotros nos enfrentamos con un halo de diferenciación.  Yo fui madre pero trabajaba; me formé en la Escuela Oficial de Idiomas y fui profesora de inglés y francés en clases privadas y academias, traductora, intérprete…

Dice que volvió a Lorca porque quería aportar a su tierra natal todos los aprendizajes y experiencias que había adquirido fuera. ¿Siente que lo ha conseguido?

Bueno, pasado el tiempo, una se queda en una distancia más corta y no tan ambiciosa; a nivel personal mis logros son haber criado a mis hijos, haberme enriquecido personalmente… Sí que siento que he participado en un avance social, pero tengo el resquemor de que no hemos conseguido los objetivos tan ambiciosos de aquella juventud. Y ahora veo con alarma, en los medios de comunicación cómo estamos retrocediendo, cómo está surgiendo gente joven que levanta el puño, y el ascenso de los populismos y de unos pocos iluminados. Pero, al menos en Europa, tenemos una democracia y unos derechos bien asentados.

Hablemos de libros ¿Qué tipo de lectura le gusta y le sirve de inspiración?

Soy una gran asidua a la biblioteca municipal de Lorca ya que, en casa, ya no tengo donde meter los libros. Sobre géneros, me puede gustar casi cualquiera. Me identifico mucho con Annie Ernaux, (premio Nobel 2022). Es una escritora francesa que escribe desde el yo, desde un origen humilde, desde una casa no existían los libros, y desde la clase social más denostada, siendo ella la voz en Francia de esa clase social. Fue una gran feminista y luchadora social, y su afán de superación la hizo profesora de Lengua y Literatura y escritora. Siempre escribía desde el yo, en primera persona. En ese sentido, me gustan los libros escritos en primera persona, ya que hablar desde el yo personal, al final, se convierte en un yo universal. También me gustan los españoles que se comprometen cuando escriben, como Miguel Delibes, y la literatura española contemporánea, como Manuel Vilas (“Ordesa” me inspiró mucho) o Sara Mesa.

También tiene usted una faceta de poetisa

Bueno, aunque no es la primera vez que publico una obra narrativa (ya había publicado algunos cuentos con Espartaria) yo vengo de la poesía. He publicado cinco libros de poesía, uno de ellos galardonado con el premio “Águila” de Aguilar de Campoo (Palencia). De hecho, este libro tiene toques de prosa poética.

¿Le recomendaría a un joven de Lorca emigrar, como hizo usted, y enriquecerse fuera antes de volver?

Bueno, yo le recomiendo, sobre todo, que estudie, que se forme, que no renuncie a las asignaturas humanistas y, sobre todo, que preste mucha atención a la literatura y a la filosofía, por su propio bien personal. Y que si se tiene que ir fuera, que lo afronte, pero que lleve a Lorca en su corazón.

Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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