Dos profesores lorquinos residentes en EEUU nos cuentan cómo están viviendo la victoria de Donald Trump

Ana Belén Miñarro. Periódico EL LORQUINO. 13/11/2016

El 10 de Noviembre , el mundo amanecía con una victoria política vaticinada, o impensable, o temida, o imprevisible, o deseada, por unos o por otros, que arrasó como un terremoto superficial y de gran magnitud a lo largo y ancho del globo.

Donald Trump, otrora millonario, magnate, showman, hombre de moral relajada y cuestionable y discurso incendiario e ideas y conductas inefables ; demonio para unos y ángel “salvapatrias” para otros, parece, que con una mayoría de americanos, se hacía con el poder más poderoso de la Tierra; el de los Estados Unidos de América. Y David Miñarro y Mahue Abellán, dos profesores lorquinos residentes en dos estados antagónicos ( Ohio, bastión republicano y California , tierra progresista y demócrata por excelencia) , nos cuentan desde el epicentro sus reflexiones y experiencias sobre este acontecimiento que marcará un antes y un después en nuestra Historia Contemporánea.

Mahue Abellán Miñarro  “En mi universidad de Ohio, una parte de mis alumnos  está muy contenta con el resultado electoral , pero otra parte se quiere venir a España”. 


A  Ohio, donde actualmente reside la docente lorquina, se le llama “swing state” porque, según nos cuenta, junto con Florida y Pensilvania, el candidato más votado aquí suele ser presidente luego; y esta vez no ha sido diferente, Trump salió aquí… y las previsiones se cumplieron.  “ Mi estado tiene mucho peso en el resultado final , se dice que aquí se refleja el sentimiento nacional” explica.

Aquí el apoyo a Donald Trump se hace presente en los grandes carteles que cuelgan de las casas y de las hermandades de algunos estudiantes, y muchos lo respaldan porque sus familias también lo hacen, aunque  – matiza Mahue-  no todos piensan igual.

“ La primera mañana después de la victoria electoral republicana, di clase a un grupo de chicos en el que una parte estaba muy contento con el resultado y la otra no comentaba nada; sólo decían que había dormido muy poco porque habían estado hasta tarde viendo las elecciones, y que para ellos esto es muy importante”.

“En cambio, a última hora, otro grupo de alumnos estaba muy triste y me decían que querían mudarse a España . Y, más tarde, un compañero americano me comentaba que en la Universidad no comparten las ideas de Trump, y que su victoria en Ohio se debe a una clase media blanca que, debido a la crisis económica, ha desarrollado una gran aversión a los partidos tradicionales; mis amigos americanos también están indignados y me dejan claro que el nuevo presidente no les representa. El Presidente de la Universidad donde trabajo ha enviado una carta pidiéndonos calma en este momento histórico para los Estados Unidos de América”

Una amiga de Mahue Abellán y compañera de trabajo de Universidad, de origen mejicano, quiso explicar para El Lorquino los sentimientos y temores que le atenazan desde que conoció el resultado de las elecciones .

“Me preguntan como me siento. ¿Cómo me siento? Estoy en un proceso de duelo. A las 6 de la mañana, hora de México, ya había conferencias de prensa anunciando cortes presupuestales por el peso mexicano. Literal: de la noche a la mañana el dólar costaba ya 21 pesos. ¡El precio más alto de la historia del país! La gasolina seguramente subirá de precio, seguramente la canasta básica se irá al cielo, y qué decir de los precios de todo aquello que consumimos de nuestro país vecino. Entonces, pensé en mi familia. Mi madre con negocio propio , no tiene un trabajo fijo, pensé en mi padre jubilado, pensé en mi hermana la maestra en una escuela privada y que ahí tampoco le aseguran trabajo fijo… sus contratos son anuales. Pensé en mis sobrinos de 10 y de 8 años. ¿Cómo será su futuro en mi México?  Una de las cosas que me mantuvieron en Estados Unidos fue poder ganar un poco de dinero aquí, en dolares, y poder apoyar a mi familia. Jamás pensé en el sueño americano cuando vine a este país. Yo sólo venía a estudiar y se me presentó la oportunidad. Con el gran sacrificio de extrañar lo que más amo, decidí aplicar para tener una visa de nombre OPT. Esta visa te permite trabajar un año y practicar lo que estudiaste. Viendo la situación económica de mi país, me quedé buscando un futuro mejor para los míos. Y sí, no voy a mentir he conseguido una relativa estabilidad económica que seguro en México no podria obtener.

Ahora  tengo miedo. Me aterra la idea de salir a dar clases y en el camino alguien me agreda física o verbalmente por ser mexicana, por ser latina, por no ser americana.¿Exageración? No lo creo.. estamos hablando de un país en el que tú como profesor, cada inicio de semestre, necesitas tomar una plática sobre “Qué hacer en caso de un tiroteo en la universidad”      

“ ¿Qué espero? No sé que esperar. Ahora hay una nube de inceritumbre en mi cabeza. Temor por mi país, por mi gente, por mi familia, por mis paisanos aquí en Estados Unidos… por el mundo.No quiero ser pesimista. Quiero creer que esto sólo nos dará fuerza como sociedad, como seres humanos para darnos cuenta que algo está mal y que lo único que podemos aportar es tolerancia con los nuestros, amor por nuestro hermanos”

David Miñarro Motos   “En California, Donald Trump era visto como un payaso  y un demente sin ninguna credibilidad”

David vive y trabaja en California (a media hora de la frontera con Méjico), un estado que, según nos dice,  cuenta con una idiosincrasia muy particular y algo alejada del estándar americano; “tiene un clima,  una gastronomía  y unos paisajes  diferenciados, la población se distribuye de otra manera y hay mucha más diversidad; y eso influye en sus ideas políticas, que son más abiertas y demócratas”, explica.  No en vano, es el estado que, con diferencia , recoge más votos hacia el partido hasta ahora liderado por Hilary Clinton.  En ese contexto de la América más progresista, fluía la admiración hacia Obama  (“ los niños hacen trabajos de investigación sobre sus discursos, sobre las figuras que utiliza , el humor y el talento para utilizar las palabras con simpatía , humanidad y cercanía” )  y el desprecio general hacia Donald Trump , considerado “un payaso y un demente transitorio” . Según el maestro lorquino,  nadie le concedía crédito, aunque los ciudadanos de California estaban decepcionados por esa porción de americanos que brindaban su apoyo al candidato republicano.

“Aquí en mi instituto se imparte una asignatura llamada  Políticas en que, de una manera muy práctica, se examinan artículos de periódicos, noticias, reportajes… Y, más allá del racismo y la xenofobia, se ha analizado su programa electoral, sus intenciones con las empresas, con los impuestos , la economía, la clase trabajadora, para tratar de averiguar el por qué del apoyo de una parte de los americanos a Donald Trump. Y se llegó a la conclusión de que parte de su programa  está centrado en crear empleo, en potenciar las empresas, y en devolver a la clase media el poder económico;  los votantes republicanos criticaban que Obama se ha centrado mucho en posibilitar el acceso a la sanidad de todo el mundo, en promocionar la energía verde, en facilitar la nacionalidad a personas de otros países y Donald Trump ha sabido recoger el sentimiento de deja de preocuparte por el planeta , por otras personas, por los extranjeros, por las mujeres que quieren abortar y preocúpate de los americanos que quieren trabajar y quieren tener un sueldo y un trabajo digno”, explica David.

“Cuando salieron a la luz los resultados, me di un paseo por mi calle por ver las impresiones de la gente y qué se respiraba;  yo vivo dentro de un barrio muy abierto en éste el estado más progresista, así que quizás la imagen que yo me llevé no es representativa de todo Estados Unidos.  Me encontraba gente paseando sola mirando al cielo como diciendo ¿Por qué hemos llegado a esto?  Me encontré a personas hablando con el móvil con familiares que vivían fuera y que se llamaban para encontrar consuelo , e incluso personas llorando por la calle; había un sentimiento de incredulidad bastante fuerte.”

Y, al día siguiente en el instituto donde trabaja, con el 100% de alumnado de origen mejicano, era patente la fuerte preocupación entre los estudiantes;  “ Me decían; maestro, estos próximos años, en los cuales voy a estudiar en la Universidad y buscarme un porvenir, tenemos miedo de que se nos cierren puertas y se nos discrimine por ser quienes somos;  había niños que se habían traído el pasaporte por miedo a que alguien viniese a echarlos. Y mis compañeros que trabajan en Primaria me contaron que había niños llorando por miedo a no poder volver a ver a sus familiares que viven en Méjico, sus padres fuese deportados. Incluso, algunos iban vestidos de negro”, recuerda.

Sin embargo, hasta en los páramos crecen flores. Y esa mezcla de desánimo e incredulidad, reflexiona David, va dando paso, poco a poco, a un sentimiento de esperanza, positividad y ganas de salir adelante  en una cultura de consumismo, fachada, capitalismo, ambición y exigencia desmedida que también tiene un algo de superación y optimismo, en contraposición a esa España  que tiene a la queja, la inactividad y el pesimismo inmovilista.

“ Yo creo que esa es la actitud; pensar que , pase lo que pase, vamos a estar bien en Estados Unidos, en España, en el mundo. Esta etapa actual, en la cual yo creo que la conciencia del ser humano va evolucionando, no puede ir atrás lo suficiente para caer en el miedo, la discriminación, de las injusticias que deben permanecer en el pasado. Quizás esto solo sea un retroceso para tomar fuerza en un futuro” , concluye.